Primer Congreso Constituyente

350 PRIMER CONGRESO CONSTITUYENTE en calidad de Ministro, a don Dionisio Vizcarra, con iguales poderes a los que tenía el señor don José Larrea y Loredo; y se acordó remitir a S. E. el Presidente de la República copia de esta acta para que acom– pañándola al Supremo Gobierno de la Hepública chilena se entienda en todo lo relativo al Perú con el señor Larrea como hasta aquí, y en ninguna manera con Vizcarra, cuyo nombramiento y poderes son nulos y de ningún valor, siendo del arbitrio de S. E. el Presidente ampliar las instrucciones y poderes según lo estime conveniente, como así mismo ins– truir a aquel Gobierno de las ocurrencias del día, en los términos que crea a propósito y necesario. El mismo señor Morales manifestó el mal estado de los caminos del interior y la necesidad urgente de repararlos. Se acordó dar a SE el Presidente el conocimiento necesario de tan importante asunto. Dióse cuenta de la solicitud del ciudadano Miguel Letamendi para que se le permitiese excavar una huaca situada delante de la Iglesia del pueblo de Mansiche y al lado de la casa parroquial. Por ser la exhumación de las huacas una ocupación nada perjudi– cial al Estado, por encontrarse en ellas algunas veces, reliquias del ade– lantamiento en que se hallaban las artes, la industria y el buen gusto en– tre nuestros antepasados, fueron los señores del Senado de parecer que se concediese el permiso, despues de examinar si el terreno en que es– tá la huaca pertenece a los interesados o a algún otro que mejor dere– cho tenga, y aunque se dijo que pertenecía al Estado, con todo, se acor· dó que se pusiese en el permiso la calidad de sin perjuicio de tercero. Asimismo se acordó poner la condición de enterar en aras del Esta– do la quinta parte de las especies útiles que se encontrasen, y que pa– sase el expediente al presidente del departamento para que allanase con sus providencias los efectos de esta gracia y asegurase los intereses de la República. Se acordó tratar después esta materia y dar un reglamento para fo. mentar el descubrimiento de tesoros que pueden estar, según tradicio– nes, ocultos en las innumerables huacas que aparecen en todo el terri– torio; considerando un deber, en memoria y veneración de los antiguos habitantes, facilitar los medios con que se pueden manifestar al mundo entero la habilidad, industria y destreza a que no han podido llegar los españoles. (Obin. Tom. J, págs. 339-340).

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