Antología de la Independencia del Perú
ANTOLOGIA 315 Debate en la Sociedad Patriótica acerca de las causas que retrasaron la independe~cia En la heroica v esforzada Ciudad de los Libres, a 22 de marzo de 1822, se abrió la sesión general, para tratar de las causas que ha– bían retardado la revolución del Perú, por la lectura del acta del 15 del que rige . Concluída, como encargado de hablar sobre el particular, ex– puse, que careciendG de los datos necesarios no podía tratar la cues– tión como hombre de estado y que sólo señalaría las causas generales. [Esta intervención debemos atribuirla al 'Secretario de la Sociedad, F. J. Mariátegui]. Opiné que estas se reducían principalmente: 19 a las medidas tomadas anticipadamente por Abascal, para poner a la capital y pro– vincias en la imposibilidad de sublevarse: 29 a la falta de un jefe re– volucionario. Contrayéndome a las medidas tomadas por Abascal, hablé de los preparativos militares, de la construcción del cuartel de Santa Ca– talina; de la división que se sembró entre los habitantes del país en– tre sí, y respecto a los españoles, de la violación de la ley de la li– bertad de imprenta, para que los filósofos no enseñasen a los pueblos sus verdaderos intereses; de la creación del Regimiento de la Concor– dia para armar a los españoles contra los americanos; de la persecu– ción de los sabios y personas que tenían el concepto público para que no pensasen en libertar a su país . Apoyé todo lo referido con hechos y reflexiones que lo compro– baban, y me contraje después de manifestar que la voluntad del pue– blo era por la Independencia, refiriendo varios hechos que lo persua– dían: omití otros muchos por no ser difuso. Entre los señalados referí las reuniones de los paisanos para en– salzar a los soldados americanos del Número y deprimir a los españo- . les de la Concordia; las elecciones hechas para regidores y diputados a Cortes, en los patriotas más perseguidos por el Gobierno; el entu– siasmo que desplegó el pueblo, cuando Baquíjano fue nombrado Con– sejero de Estado, y el desprecio que le mostró en el instante que juz– gó no seguía el partido de los independientes; la quietud del pueblo al tiempo de la aparición de la escuadra de Chile al desembarco de las tropas del Ejército Libertador y en todos los sucesos de la cam– paña, la cual comparada con el entusiasmo con que corrió a las ar– mas, para defenderse contra los tiranos, demuestra hasta la evidencia su feliz disposición. Concluí que la falta de un jefe revolucionario, que fuese muy popular, con dinero disponible y de mucho arrojo, fue otra causa que ha retardado la revolución del Perú; que el pueblo había estado dis– puesto, que sólo las clases privilegiadas habían sido apáticas. Pedí, se me permitiese · guardar silencio sobre la falta del jefe revolucionario, y concluí 9ue la posteridad haría justicia a los defensores de la Patria y a los egoístas . El señor Unanue, que Abascal había tratado de dividir a los es– pañoles y a los americanos y de que dominasen siempre los primeros a los segundos; que en el año de nueve se había tratado de elegir un
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx