Antología de la Independencia del Perú

ANTOLOGIA 517 de ellas fue el folleto Manifestación histórica y política de la revolu– ción de América. Publicóse en Buenos Aires en 1816 para lo cual la envió con un emisario costeado por él. No hubo en Lima conspira– ción de las muchas que se descubrieron, en que Riva-Agüero no apa– reciese de director o cómplice. Estuvo preso en varias ocasiones, juz– gado y confinado. Empleó su fortuna en prestar recursos para minar el gobierno, colonial, en habilitar a muchos para que emigrasen al cuartel general del general San Martín cuando maniobraba ya en el territorio peruano con el ejército argentino y chileno. Desempeñaba en esta capital encargos riesgosos, y no pocos a costa de crecidos gas– tos que hacía de su peculio. Entendió en los preparativos y medios puestos en obra para que el batallón de "Numancia" abandonase el campo realista y pasase a engrosar las fuerzas independientes. Y cuando ya no pudo sostenerse más en Lima, ni salvar del peligro que le rodeaba, marchó a Huaura y se reunió al general San Martín. Asistió a la jura de la independencia el 28 de Julio de 1821 y fue el primer prefecto que tuvo el departamento de Lima. Era coronel de ejército; y el año 23 subió al mando supremo y recibió del congre– so la alta clase militar de mariscal. Meses después se le depuso y expatrió, siendo el blanco de infinitas calumnias. [ ... ] Manuel de Mendiburu, Diccionario Hiistórico-Biográfico del Perú (Lima, 1887), tomo VII, pág. 90. Riva Agüero en las memqrias de Miller y de García Camba [ ... ] La in,acción del ejército de observación, nombre que tenía el que mandaba Arenales, produjo el efecto de excitar el clamor general contra la Junta Gubernativa, pues Arenales alegaba que no podía obte– ner ni zapatos, ni capotes, prendas que consideraba necesarias para atravesar lbs Andes. La extremada apatía e indecisión de la Junta, y las fatales consecuencias de la tibieza de sus medidas, se hicieron conocer por sí mismas muy pronto, y produjo la caída del triunvirato, así que llegaron a Lima las noticias de los desastres experimentados por el ejército de Alvarado. El 26 de Febrero de 1823 manifestaron al Congreso, en una fuerte y animada exposición, los jefes y oficiales del ejército de obser– vación, haciendo cabeza el general Santa Cruz, segundo en el mando, la causa a que atribuían las desgracias del Estado, y expresa y termi– nantemente pedían al cuerpo legislativo, nombrase presidente de la república al coronel Don José de la Riva Agüero. El congreso vaciló; pero al día siguiente formó el ejército en el Balconcillo* fuera de las murallas de Lima, desde donde Santa Cruz envió una segunda peti– ción al congreso, exigiendo que sin más demoras proclamase a su ami– go Riva-Agüero. Una petición sostenida de tal modo por las armas, fue necesariamente acordada por el Congreso. (*) El -segundo batallón de la legión no formó con el resto del ejército. La enérgica, jui– ciosa y arreglada conducta del teniente coronel Videla no fue aprobada por los que ejecu– taban aquel movimiento, Y cuando verificaron el cambio que deseaban, le quitaron el man– do de la legión, la cual cayó en desgracia por el hecho mismo que debió hacerla estimar con preferencia.

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