Antología de la Independencia del Perú
534 ANTOLOGIA [ ... ] Ayer se ha resuelto en el Congreso, después de ocho días de debate, que Ud. sea llamado por el Ejecutivo, instándole por su veni– da como necesaria para salvar al Perú. No sé los términos en que estará concebido el decreto, pero yo he tratado de que, sea como sea, haya un decreto del cuerpo legislativo solicitando la venida de Ud. pa– ra que en todo tiempo aparezca en el mundo que la colocación de Ud. a la cabeza del ejército ha sido por el voto de los representantes del pueblo, del Ejecutivo, del mismo ejército y de las provincias libres o bien de la parte sana de los ciudadanos; y nunca, nunca se diga que fue porque existía aquí una división colombiana [ ... ] "Carta de Antonio José de Sucre a Simón Bolívar sobre la si~uación del Perú", en Juan Pedro Paz Soldán, ibidem, pág. 114. Llegada de Bolívar El 19 de setiembre de 1823 llegó al Callao el bergantín Chimbo– razo que lo conducía [a Bolívar]; siendo recibido entre aclamaciones en el puerto. La noticia de su llegada hizo que afluyeran a la capital numerosos forasteros y que los comestibles llegaran hasta el doble del precio por ellos habitualmente cobrados. Calles, plazas y casas fue– ro·n adornadas. Tagle y sus ministros acudieron al Callao a caballo y sirvieron de escolta al ilustre viajero. Cerca de la portada formaron las tropas. Las descargas de artil_lería, el clamoreo de las campanas, aclamaciones entusiastas lo acompañaron al cruzar las calles hasta llegar a la casa que se le había preparado, situada en la esquina de San José y Aparicio. Los banquetes y los brindis solemnizaron aún más tan importante acontecimiento, como queriendo borrar las desi- 1usiones y los padecimientos del pasado y las angustias y las incerti– dumbres del presente. El 2 de setiembre el Congreso autorizó a Bolívar para que ter– minase las ocurrencias provenientes de la continuación del gobierno de Riva-Agüero, después de su destitución y de la disolución de la Re– presentación nacional; confiriéndole todas las facultades necesarias para el cabal cumplimiento de este encargo. No faltaban los que al– bergaran temores y suspicacias y hasta se cuenta que a quienes ha– bían ido a felicitarle en nombre de la Asamblea legislativa les respon– dió: "Todo está corrompido, yo voy a arregiarlo todo, incluso los di– putados". Pero las circunstancias eran muy críticas y la propagan– da favorable al Libertador muy activa. Fue entonces cuando se im– primió con tinta roja el discurso al Congreso de Cúcuta, en el que expresara su sumisión a la ley y sus deseos de tener como el mejor de sus títulos el de buen ciudadano; así como el elogio de Mr. Souy en el que lo comparaba con Washington. Pero el mejor propagandista de Bolívar era él mismo, con la magia de su elocuencia deslumbrante y con sus rasgos retirados de desinterés, nobleza y_ elevación c_ívica. En un banquete en Palacio, después de los brindis que le ofrendaron Ta– gle, Figuerola, Unanue, Berindoaga, Guido, O'Higgins y el plenipo– tenciario colombiano Joaquín Mosquera, brindó, a su vez, el Liberta– dor: "19 por el buen genio de América que trajo al general San Mar– tín con su ejército libertador desde las márgenes del Río de la Plata hasta las playas del Perú; por el general O'Higgins que generosamen-
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