Asuntos militares
14 GRAL. EP FELIPE DE LA BARRA tanto que se dio orden de que fuese reforzada la partida de Chan– guillo para contener que Valdez intentase bajar a la costa: Que pasado el medio día del martes se tuvo noticia de que el enemigo Carratalá se había movido de Guamanga con 300 a 500 hombres, en dirección hacia el Sud, manifestándose que iba a ponerse en contacto con Valdez, en cuya consecuencia fue que se mandó al Teniente Coronel Fuentes para que personalmente instase al Go– bierno para la remisión de trasportes y auxilio de alguna fuerza, no porque se temiese la poca que se decía moverse, sino porque respeto a hallarse nuevamente facultado el Comandante General para obrar en la dirección que estimase conveniente se verificase ya el movimiento en grande que se tenía meditado sobre Chuqui– bamba, a cuya seguridad conducía la predicha solicitud de un ba– tallón. Que desde el lunes, que llegó de la Nasca, su primer cuida– do fue inquirir el estado de espionaje y movilidad de la división, a que contestó el Comandante General que no tuviese el menor cuidado por lo que hacía a lo primero, pues tenía buenos espías y de confianza, debiendo estar seguro de que el menor movimiento enemigo se había de saber con toda anticipación; y por lo que ha– cia a lo segundo, estaban prontas 600 mulas aparejadas, fuera de infinidad de caballos que estaban invernando en los potreros. Que en todo el miércoles, nada se supo del enemigo, y que el jueves, como a las nueve de la mañana, llegó el subalterno D.N. Chávez que iba a hacerse cargo del destacamento de cívicos de Guaytará, y dio la noticia de que se volvía, porque el enemigo había ocupa– do aquel punto conocimiento que tomó antes de llegar al pueblo, con motivo de haber encontrado al padre N . a quien perseguían cuatro hombres que vio el oficial: Que con este aviso se mandó al Capitán Olavarría, único en su arma por hallarse el Comandante y demás oficiales enfermos, montase de pronto la parti– da que fuese posible, como en efecto se verificó, aunque no pudo hacerse con la celeridad que se le había prevenido ; y an– tes de efectuar su movimiento, como a las cinco de la tarde, lle– gó un cívico fugitivo de Guaytará que confirmó la noti– cia expresada, agregando la especie de que sus compañeros habían sido sorprendidos por una partida como de 30 hombres, de la cual escapó tras de una piedra, desde donde observó que ocupaban el pueblo como 200 enemigos: Que en el momento con– cibió el exponente el plan de mover la división hacia la sierra o al menos colocarla en la Aguada de los Palos, desde cuyo punto es– taban en aptitud de moverse sin riesgo o a la sierra o hacia el mis– mo lea para batir al enemigo, si las personas de confianza que de-
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