Asuntos militares

l. ANEXO DEL AÑO 1822 15 bían quedar en aquellos contornos daban idea de que la fuerza contraria era inferior, cuya medida de precaución ni comprome– tía la suerte de la columna, ni se oponía a los planes del Gobier– no (cuyo principal objeto era la conservación de aquella fuerza) ni se les privaba la posibilidad de moverse a uno u otro lado, co– mo sucedería si, siendo la fuerza enemiga superior cual debía in– ferirse por varias reflexiones, se dejaban estar en aquel punto, desde donde la retirada, en lance de azar, no podría dejar de ser desventajosa: Que no hubo reflexión bastante para convencerlo, aunque procuró disolver las dudas que manifestaba, y nacían en primer lugar de que tenía orden de situarse al margen izquierdo del río de Chincha en caso de retirada, y que si nos veíamos pre– cisados a dirigirnos a la sierra, se podría ver la división entre dos ejércitos : Que a lo primero la satisfizo manifestándole que aquella disposición era para un caso muy diferente, pero que debiendo creerse al enemigo ya encima, respecto a que era de presumir que avanzase a marchas redobladas, presentaba grandes riesgos la re– tirada hacia Chincha, no trayendo alguno la situación en la Agua– da de los Palos, ni aun la dirección a la sierra: Que viendo que es– te último partido distaba de sus miras, procuró representárselo en cuantos lances podrían sobrevenir para persuadirlo de que en todos ellos era ventajoso: le puso el dilema de que marchándose a la sierra o Canterac los perseguía o no ; y conviniendo de que en el segudo caso podrían avanzar hasta Chuquibamba, con lo que habría realizado por tierra la meditada expedición, le representaba que en el primer caso, esto es, si Canterac los perseguía, nada te– nían que temer, porque el ejército de Lima avanzaría sobre la sie– rra y aislaban a Canterac; que cuando esto no fuera y se viesen perseguidos a un tiempo por las divisiones de Canterac y los de Arequipa con dividir la nuestra en tantas partidas de guerrilla, cuantas partidas la organizaban, se vería la sierra inundada y el enemigo sin objeto, cosa que no traía peligro, fijando un punto de reunión para cuando conviniese, y dando a todos una clave que fa– cilitase la comunicación sin peligro de ser entendida: Que viendo que ningún convencimiento lo decidía, y que por el contrario con– testaba decisivamente que había de cumplir las órdenes que tenía, y por consiguiente no se retiraba hacia la Aguada de los Palos, le propuso que era indispensable convocar Junta de guerra para que de ella emanase la resolución, de conformidad con lo dispues– to por el Sr. Protector para el caso de divergencia de opiniones : Que se verificó así en la misma noche, y habiendo tomado el expo– nente la palabra, manifestó a la Junta en primer lugar, que la dis-

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