Asuntos militares

18 GRAL. EP FELIPE DE LA BARRA cimiento : pero que hasta aquel día y hora, ni aun después de la pérdida, no apareció uno solo de los muchos espías que asegura– ba tener el Comandante General, de cuya falta procedió que se diese orden a Olavarría que a costa de cualesquiera sacrificio tra– tase de hacer uno o dos prisioneros para descubrir la fuerza ene– miga, lo que no se consiguió: Que ya decididos a detenerse, se re– cibían sucesivos partes de dicho Olavarría sobre que se aproxima– ba más, hasta que al medio día dejándolos en el Carmen Alto se replegó sobre nuestras avanzadas, y verbalmente ratificó su con– cepto sobre que serían de seiscientos a ochocientos los enemigos; dijo y expuso verbalmente que no pasarían de mil hombres de in– fantería y doscientos caballos : Que tomadas todas las medidas conducentes a una vigorosa defensa, formadas trincheras y dis– puesto todo en el estado de vigilancia necesaria para evitar sor– presa y aprovechar las menores oportunidades, y emboscadas las compañías de cazadores a la margen de la ciudad, se permaneció en aquel estado hasta las cinco de la tarde en que salió a observar el campo, dar mejor situación a las compañías de cazadores y dis– poner las demás cosas oportunas para la mayor vigilancia de la noche: Que en esta disposición estuvieron resueltos de unánime consentimiento a batir al enemigo en la madrugada del siguiente día, para cuyo efecto tenían decidido salir a las doce de la noche para llegar al Carmen Alto antes de rayar el día y verificar lo pro– yectado, cuando a las ocho de la noche le expuso el Comandante General que acababa de llegar del Carmen Alto un joven, a quien quería que oyese : Que sucedió así y expuso que el enemigo traía cuatro mil hombres según el cálculo que él mismo había forma– do todos su palabra de honor sobre el secreto, en trato grado la división enemiga, y según resultaba de una proclama de Cante– rac que había leído su hermana: Que el declarante ante todas co– sas empezó a dudar de la buena fe del joven y le expuso al Co– mandante General que acaso fuese mandado por el mismo Cante– rac, a que replicó que era de toda confianza y muy patriota: Que en vista de esto acordaron que, siendo las circunstancias diferen– tes, se convocase nueva Junta de guerra, como se hizo inmediata– mente: Que en ella se resolvió por unánime sufragio que se verifi– cara al momento la retirada a Pisco a toda costa, comprometien– do todos su palabra de honor sobre el secreto, en tanto grado que ni los Sargentos mayores supieran que era retirada sino mar– cha sobre el enemigo; y que para penetrar al pueblo de esta idea, ni aun se sacasen los equipajes: Que al salir de la Junta llegó el citado Nestares y refirió que un dependiente suyo, que había pre-

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