Asuntos militares

22 GRAL. EP FELIPE DE LA BARRA lo único que ha debido hacer, pues a sus repetidas insinuaciones ratificaba el Comandante General las protestas de que estaban se– guros por uno y otro ramo ; y responde. Preguntado: Qué causa hubo para que en el momento que con– sideró efectivo que los enemigos traían fuerza doble, supuesto que convenía ganar tiempo, no se aprovechase éste emprendiendo des– de luego la retirada, siquiera hasta avanzar a la Macacona, dijo: Que el contenido de esta pregunta también se satisface en su con– fesión, de la que aparece que su dictamen aún antes de concebir que eran 4,000 hombres, fue de una retirada precautoria. Que has– ta el Sábado no estuvieron los cuerpos en estado de movilidad, y que aunque lo hubiesen estado; reprochado su dictamen, no debía hacerse más que lo resuelto en la Junta de guerra; y finalmente que cree haber hecho demasiado cuando trataba con el último em– peño de que se realizase activamente lo mandado por la Junta, hasta el grado de no dormir media hora en toda aquella noche, ni desmontarse del caballo, a fin de poner la división en el esta– do de movilidad acordado y que no lo tenía por más que asegura– ba el Comandante General lo contrario; y responde. Preguntado: Cómo es que habiéndose dirigido un parlamenta– rio al único objeto de saber con anticipación y certeza la fuerza enemiga no dio orden para que las partidas de Olavarría suspen– diesen las hostilidades, cuya notable falta, a mas de poner en ries– go a este oficial, inutilizó el objeto de su remisión, por haberse du– dado justamente de su buena fe, dijo: Que como el parlamentario se conducía por el mismo camino que Olavarría ocupaba, se le man– dó que hiciese saber a éste aquella comisión, lo que no se verificó por haberse extraviado casualmente por otro camino: Que a más de esto la falta no tuvo principio en Olavarría, quien no hizo otra cosa que contestar el fuego que la descubierta enemiga rompió pri– mero, deduciéndose de aquí que fue un pretexto que los enemigos tomaron para detener al parlamentario: Que finalmente previen– do que podía suceder que alguna casualidad impidiese el encuen– tro de éste con Olavarría, se le mandó un oficial con noticia del parlamentario, pero éste llegó ya después del suceso. Preguntado : Qué causa hubo para que no se tuviesen parti– das de observación sobre el Carmen Alto para saber si el enemigo se movía, la hora y dirección, dijo: Que sin embargo de que en la tarde del Sábado no hubo más caballos que los de la partida de Olavarría sumamente estropeados con el continuo servicio, se tu– vieron siempre partidas de observación, pero que siendo aquel te– rreno montuoso, para ver por ápices el movimiento enemigo era

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