Asuntos militares
l. ANEXO DEL AÑO 1822 29 correspondiente al acierto y desempeño de las reiteradas preven– ciones que el Gobierno le hizo en la materia? dijo: Que nada acre– dita más su esmero y contracción por el espionaje que los avisos dados al Gobierno, a los que se refiere como comprobantes de su conducta, y que su actividad en este punto no sólo se dirigía a las columnas enemigas que podían atacarles sino a los más remo– tos restos del ej ército español, y res¡Donde. Preguntado : Cómo es que habiendo tal dedicación en este ra· mo no tuvo noticia de la fuerza efectiva que venía a invadirle, cu– ya incertidumbre causó la misma en las deliberaciones; y ésta en cierto modo la pérdida? dijo : Que ya tiene expuesto la antelación con que supo los movimientos de Huamanga y Huancavelica, y aun los temores que le daba el ejército de Canterac, y los que anun– ció desde principio de Marzo al Gobierno, pero siendo preciso valerse de hombres que no están dotados de toda probidad, estos aunque fueron despachados sobre Changos y Huancayo, no vol– vieron y para mayor seguridad de aquellos puntos dispuso que el Comandante de Lanceros, que se hallaba situado en Chincha, co– locase una partida de veinticinco hombres bien montados, al man– do de un capitán en el pueblo de Arma, inmediato a Huancaveli– ca, y con terminantes órdenes que le comunicó para que obser– vando los movimientos del enemigo en caso que éste se avanzase, se replegase sobre Huaches hasta Humay: así mismo se le previ– no a dicho oficial mandase espías sobre todos los caminos, valién– dose de patriotas decididos, y aun designándose a sujetos de es– tas cualidades, que con la mayor fidelidad me habían servido de espías : Que por la parte de Huamanga, tenía cifrada su confian– za en el Capitán Molinares cuya actividad y celo eran conocidas, y a mayor seguridad tenía tres espías sobre dicho Huamanga, y encargado al Benemérito Cura Jaime avisase de todo movimien– to, como que residía a cuatro leguas de Huamanga, y la corres– pondencia de este patriota, hasta mediados de Marzo la remitió al Gobierno: Que además de todas estas medidas tenía puesto en Ayavi y pueblos inmediatos tres de los más decididos patriotas C que constantemente habían hecho la guerra a Carratalá, sobre Huamanga emigrados a sus haciendas) los destinó a aquellos pun– tos con mozos de su satisfacción y cuya suerte ignora, y responde. Reconvenido cómo estando dudoso de que los espías no eran hombres de probidad, y confirmándole el suceso esta idea, pues hasta el Miércoles de la semana santa no pareció alguno a darle el menor aviso, los consideraba hombres tan dignos de confianza como resulta de autos, estimando que las deliberaciones de la Jun-
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