Asuntos Militares el Ejército Libertador del Perú

'milag1·os" que se proponía efectuar Lo1·d Cochrane con la mitad de la fuerza que traJ°o San Martín. San Martín y Cochrane bien sabían que el ejército realista del P rú había batido r iteradas veces a las fuerzas patriotas en Chile, el Alto Perú, actual Arg ntina, Quito, etc., o sea, que no era cuestión de contar con la falta de calidad de las tropas realistas del Perú, con lo que ambos próceres hacían sus previsiones, pues tenían muy cercano el ?'ecuerdo de Cancha Rayada y aún el de Maipú, donde los realistas, en buen número peruanos, estuvieron muy cerca de lograr la victoria. San Martín y Cochrane, que como buenos jefes militares tuvie– ron un fino sentido poMtico, contciban con absoluta seguridad con el espíritu revolucionario de los peruanos y en eso no se equivocaron, pues como dijo José I. Arenales, hijo del general Juan Antonio Alva– rez de Arenales y testigo presencial: "el ejército españoD se vio f01·– zado a "no ver más que un enemigo en cada uno de los peruanos". Queremos dejar constancia, que esta acotación la tomamos del mis– mo Draghi Lucero (Véase Ibidem, tomo V, nota 2 de la pág. XVI). Sin pretender disminuir los méritos insignes del Libertador San Martín, queremos recordar que en eD Perú más que como general brilla en forma imponderable como hábil político, ya que sus éxitos los obtiene políticamente y evitando batallas. San Martín estaba se– guro del espíritu patriótico de los peruanos, no sólo po1· las excelen– tes informaciones que obtuvo durante toda su campaña y antes de ellas, sino porque recordaba que eran mil 1 es los peruanos que habían hasta 1814 con los Angulo y Pumacahua, nuestros mayores habían muerto luchando por la Independencia; desde 1780 con Túpac Amaru caído en la demanda de su libertad, no contentándose con batallar dentro de sus fronteras sino conmoviendo a nuestra América por la magnitud de sus esfuerzos. Finalmente, creemos que nuevarnente se equivoca Draghi Luce– ro cuando expresa: "La expedición del Perú podría ser lírica en la "Argentina o tener un carácter casi personal del General San Martín "pero en Chile por imperativo geográfico, tenía que ser necesaria– "mente de alcances nacionales" (Ibidem, Tomo IV, pág. XXVI). Los prohombres porteños de la r volución de Mayo vieron que la Libertad tenía que ser conquistada en el Pe1·ú y así se xplica la expedición que encab zó Castelli y qu fue d rrotada en la batalla de Guaqui; San Martín lo vio con claridad, cuando le dice a O'Higgins, en carta de Mendoza, 9 de noviembre de 1819: "si no se emprende "la expedición al Perú todo se lo lleva el Diablo" (Archivo Nacional, Archivo de don Bernardo O'Higgins (Santiago de Chile, Imprenta

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