Asuntos Militares el Ejército Libertador del Perú
EJJ!:RCITO LIBERTADOR DEL PERO 883 si lo considerase necesario a cualquiera de ellos, según lo exijan las circunstancias, a preparar sus clefensas, supuesta su importancia a todos respetos, y en todo.:> tiempos para impedir lo progresos o ven– tajas de los Independientes si llegasen a apoderarse de ellas.- Des– de Panamá podrá adquirir noticias de Quito, y de si ha tomado o no cuerpo la insurrecdón de Guayaquil q 0 se ha anunciado últimamen– te, y según ellas l'esolverá internarse al primero de dhos. territorios, bien sea por sus propios Puertos Latola y Carondelet, o bien por el mismo Guayaq 1 si hubiesen calmado sus combulciones; pero en uno u otro caso lo hará después de aseguradas las Plazas del Istmo y dejándolas con Gefes de confianza con todos sentidos.- Estas [Fs. del frente s/n] in<licaciones se le hacen solamente, ya para darle idea del estado de dhas. Provincias. Y ya para recomendarle la preferen– cia de los objetos que se le confían, en todo lo que obrará según Jo permitan las circunstancias.- Nada debe contribuir tanto a una só– lida y pronta pacificación de las Provincias dicidentes de América según el estado lastimoso de encarecimiento en que se hallan, como el olvido por parte de los que mandan de toda idea de terrorismo y arvitrariedad, procurando infundir en aquellos habitantes el amor y la confianza del Gobierno paternal y justo a que han de pertene– cer.- Las Leyes de España, su constitución y Decretos posteriores, obserbado todo religiosamente por el Gefe principal, por sus Subal– ternos y por las demás autoridades de que debe cuidar mucho el pri– mero, desterrarán para siempre los motibos de queja alegados hasta ahora para su pretendida emancipación, infundirán aquel amor y confianza que son tanto de desea!'se; y producirán los frutos saluda– bles que se han propuesto el Monarca, y la representación nacional en sus sabias proclamas, amnistía y otros Decretos que acaban de publicarse a beneficio de la paz y de la más estrecha unión entre una y otra España.- Uno de ellos, el de veinte y cinco de Diciembre úl– timo encarga tanto a los Gefes de América el emplear p~ dicho fin los medios de conciliación y prudencia que les constituye responsa– bles, y manda hacer el más severo cargo si se les justifica que han usado de la fuerza, antes qe de aquellos, porque no se propone la España el exterminio o ruina de sus hermanos de América, sino ha– cerlos felices y participantes de las nuebas instituciones qe ha adop– tado.- Todo acto contrario a estas ideas trastorna los planes del Gobierno, p1·oduce el descontento gral. de aquellos payses y aunque al principio parezca que puede causar la sugeción de sus habitantes, esta será muy precaria, y obligará a tener siempre las armas en la mano como lo ha acreditado la experiencia en los últimos años. o debe pues el [vta.] Gefe enca1·gado del mando de las Provincias de la nueba Granada, trabajar al principio en otra cosa que en gene-
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