Asuntos Militares el Ejército Libertador del Perú
384 EJJ:')RCITO LIBERTADOR DEL PERú ralizar o hacer entender a sus habitantes los bienes que les propor– cionan las nuebas instituciones así respecto de la igualdad de dere– chos que se les consideran con la España [de] Europa, como en or– den a su seguridad individual y a la prosperidad de aquel bello suelo en todos los ramos de Comercio, industria y agricultura. Esta idea debe producir necesariamente el amor y la confianza en el Gobierno Nacional; pero es preciso también qe sean fielmente observadas por Gefes y Magistrados, la Constitución y las Leyes; que estos cumplen religiosamte. los pactos y que se les administra recta y pronta Jus– ticia. Que no se obliga a los vecinos pacíficos (como se ha hecho has~ ta aquí con escándalo y ruina de los Pueblos) a contribuciones o ra– ciones para mantener las Tropas, m a dar alojamientos permanen– tes y mesa a Tos oficiales, pues no deberá hacerse esto mas que por el término y auxilios de ordenanza, olvidando para siempre la de– testable máxima de que el Ejército se mantenga a costa del suelo en que hace la Guerra, como que sobre ello habla muy expresamente eI citado Real Decreto. Y finalmente que se prohiva con el mayor rigor a oficiales y Tropas, ei hacer a aquellos habitantes de obra o de palabra, la menor vejación, insulto, violencia o desafuero. -Por lo que hace a los obstinados o que se obstinaren en su sistema, les dirigirá ante todas cosas proclamas o manifiestos, en términos de– corosos, infundiéndoles las ideas ya indicadas, y persuadiéndoles a abrazar el nuebo orden de cosas que tantas ventajas debe proporcio– nales. Pero si a pesar de todo y contra lo que es de esperarse, insis– tiesen en sus quimeras, organizará una fuerza proporcionada a los recursos que tenga, no para entrar desde luego talando, matando y saqueando, sino para acercarse al paraje que ocupen los diciden– tes y qe sean mejor [Fs. frente s/n.] oidas sus amonestaciones, las que jamás escusará dirigirles, aun cuando se las contexten con ex– presiones desacatadas, que en tal caso debe despreciar generosamen– te, como que su objeto no es ir a tomar venganza, si no a establecer la paz y la unión perpetua. - Y cuando se vea presisado a atacar, que nunca lo hará si no en el último caso y sobre seguro, o cuando ellos lo ataquen, procurará aún entonces economizar las vidas y la sangre de tantos seres inocentes que habrá allí, forzados o engaña– dos y por supuesto que en el momento de estar rendidos, se suspen– derá todo género de hostilidad, entrará con el mayor orden, sin per– mitir saqueos ni otras violencias, fixará Bandos o Edictos, infun– diendo tranquilidad y confianza a los que hayan depuesto las armas, arreglará su conducta y la de su subalternos a las máximas indicadas en los Capítulos anteriores, para ir ganando los corazones de aque– llos súbditos alucinados o seducidos, que es a lo que principalmente se aspira. - Si sin embargo del indulto o amnistía que debe publi-
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