Asuntos Militares el Ejército Libertador del Perú

24 EJJ!::RCITO LIBERTADOR DEL PERO Dios gue. a V.E. m.ª a.ª Qtel. Gral. en Sant.° Feb. 0 20 de 1820. Exmo. Sor. José de S. Martín. Exmo Sup.mo Director del Estado Brigad.r D.n Bern.d 0 O'Higgins. (Documento N 9 35) [Fs. 39] Exmo. S.r Tengo el honor de incluir a V. E. la solicitud de D.n Prudencio Lascano; este Individuo fue puesto p.r V. E. a dip.n del Sup.mo Gov.no de las Prov.ª unidas, pero las actuales circunstancias de la de Cuyo han motibado su regreso. En ·esta atención V. E. se servirá disponer sobre la presente suplica lo q.e fuere a su sup. 0 r agrado. Dios gue. a V. E. m.ª a.ª Qtel. Gral. en Sant.° Feb. 0 2 de 1820 Exmo. Sor. Exmo Sup.mo Director del Estado. [Al margen] Sant.° Feb. 0 27/1820 Contéstese quedar a disposición del Gobierno (Documento NQ 36) Exmo. S.or José de S. Martín Zenteno [Fs. 40] D .n Prud. 0 Lazcano, Natur. 1 de B.s Ayr.s y vecino de ésta, ante V. E. reverentem.te espone, q.e fatigado de sus males y a l conoc im.to de los bien.ª q.e ha causado la protección del Gov. 00 y el prohijam.to de la gran Nación de América, no puede dejar hoy de vuscar en V. E. su generoso asilo p. a el término de los primeros y logro de los se– gundos. Si las altas miras de V. E. no han sido otras q.e destruir a los Tiranos, castigar a los rebeldes, sacar del precipicio a q.s quieran salir de él, y garantir los dros. del hombre, bajo el espacioso quadro de la edificación, no el de la destrucción; como no hallare p.ª mí este exemplo de bondad y moderación tantas veces en otros repeti– dos. El se ha echo lugar en la interesante carta q.e la historia a la posteridad transmite, manifestando a todos q.e la dulzura, es la base principal de sus disposicion.ª q.e sólo en el campo de batalla la sangre se derrama sirviendo de sepulcro a los convatientes, sin ser tumba de la humanidad y q.e al fin sólo son necesarios los rigor.• en la gue– rra, sin añadir otros p.r sistema. Al curso de tres años, creía q.e mis echos nuevam.te consagra– dos al sistema q.e e jurado, havian extinguido el germen de la dis– cordia q.e contra mí aparecía. La pública y secreta satisfacción q.e