Asuntos militares: estado militar, años 1824-1825-1826
ESTADO MILITAR A ÑO 1825 225 regresó para Chile, y se le presentó lleno de la satisfacción de haber cumplido con el cargo a que fue destinado. El Perú todo, es testigo ele lo que lleva expuesto, por lo que enterado de ello repetidas veces se le ha dado las gracias por sus compatriotas . Embarcada que fue la expedición del Ejército libertador sobre las costas del Perú emprendió en ella su marcha el Suplicante y luego que se posesionó del Valle de Huaura, inmediatamente se le destina a los puntos de Huarochiri y Canta para hostiliza r al enemigo facultándole usar de todos los medios que le parezca oportunos y convenientes. Cumple con ella con la doble satisfac– ción de haber sido el primero que hizo conocer la libertad, y hacer jurar la independencia en la Provincia de Huarochirí de todo lo que quedó muy satisfecho el Gral. aprobándole cuanto había prac– ticado en ella como lo acreditan los documentos N? 3 y 4. Estos, y otros mas servicios no interrumpidos que ha practicado desde el primero día que pisó estas costas con el Ejército Libertador, haría presente, pero los omite por no molestar la superior aten– ción de V. E. y solo agrega el documento N? 5 que dice algo de sus ulteriores servicios De la presente campaña son muy notorios los que ha practi– cado. Tiene la honra de haber mantenido las Provincias de Hua– rochiri y Canta, libres de las extorsiones que por instantes le ama– gaba el enemigo procurando defenderlas con cuantos medios es– taba a su alcance, y sin contar con aquellos recursos que eran de precisa necesidad, pues se hallaba, sin a rmas, pertrechos, y últi· mamente con casi todos los pueblos de la Provincia de Huarochi· rí conmovidos, y decaída la opinión . Si Señor Excelentísimo. Se ha desvelado, así por llenar la camisón a que fue constituido, como porque ha jurado, o morir, o ver libre su país, ha dicho que ha defendido ambas Provincias, y lo repite que aunque en aquel en– tonces no se hallaba en cargo de l~, custodia de la de Canta, pues en ella estaba el Comandante Gral . este descansaba en los desve– los del suplicante, y estaba pendiente de los partes que le comu– nicaba, y como las asechanzas, y tránsito del enemigo era por la Provincia que custodiaba el suplicante; era el órgano, y seguri– dad de toda la Comandancia General asi es pues que rara fue la semana en que no se hubiese batido con el enemigo, y este solo freno lo contuvo para no haber emprendido querer tomar las Pro– vincias. Ultimamente habiéndosele conferido el mando de Co· mandante General ele aml)as Provincias a últimos ele Agosto del
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