Asuntos militares: estado militar, años 1824-1825-1826

258 GRAL. EP FELIPE DE LA BARRA Al Señor Ministro de Estado en el Departamento de Guerra y Marina . Señor Ministro : Después que se concluyó la conducción de la artillería y de– más artículos de guerra del Puerto de Chorrillos a este punto para el establecimiento formal del sitio, dispuse que para que siempre que hubiese necesidad de hacer uso del trinquival, quedasen seis yuntas de bueyes y cuatro mas con sus respectivos carros para la movilidad de los articulas de guerra de una parte a otra de esta línea, dando aviso al Mayor de Plaza de esta disposición a fin de que consultase el relevo proporcional de ellas entre los hacenda– dos ele estas inmediaciones para que esta fatiga volase por todos : ahora resulta que ya hay solicitudes exigiendo excepciones, y como yo no estoy en el caso de examinar si son justas o no y merecen tal consideración, paso a V. S. una relativa a este objeto a fin de que recaiga el decreto a que diese lugar, suplicando por mi parte que Su Excelencia el Consejo de Gobierno tenga a bien de dictar las órdenes que considere necesarias para que las diez yuntas exis– tentes en este Cuartel General no falten hasta la rendición del Callao . Dios guarde a V.S. Bartolomé Salom Excelentísimo Señor: En cumplimiento del Supremo decreto de fecha de ayer ex· pedido en virtud de la nota del Señor General en Jefe que antece– de, en que se me ordena proponga medio para que siempre exis– tan en el campamento diez Yuntas de Bueyes que se necesitan hasta la rendición del Castillo; he combinado el arbit rio siguiente, que consulta la infalibilidad del servicio, con el gravamen gene– ral de todos distributivamente . Para ello, se deben calcular los tenedores de bueyes, que son los hacendados de la circunferencia, y carreteros. Aquéllos están divididos en nueve valles, y éstos en cinco in– dividuos dedicados al tráfico de carretas. De los primeros, el de Ja Magdalena enteramente acéfalo, no puede prestar servicio ac– tivo : y los de Ja Piedra-lisa, y Bocanegra por su deterioro de agri– cultura, deben computarse por uno solo. Los segundos, es decir los carreteros, que muchos de ellos tienen más nueyes que los Hacendados, se han de contempla r como la suma de dos Valles.

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