Asuntos militares: estado militar, años 1824-1825-1826

458 GRAL. EP FELIPE DE LA BAllRA en sus contestaciones se encuentra en el estado adjunto y acla– raciones que ofrece esta comunicación ; que ser virán a hacer for– mar a S .E. una idea general del deterioro en que están todos los est ablecimientos de esa especie y del impulso que conviene comu– nicarles. En él están comprendidos únicamente los beneficiadores que se h an manifestado más dispuestos a rehabilitar sus oficinas y cuyo producto mensual es de algún provecho. La distancia a que se hallan de la Capital otros laboratorios de importancia y el tiempo que necesitan Jos propietarios para dar la razón circunstanciada que se les exige y manifestar su de– cisión, retardan sus contestaciones y no permite incluirlos en el estado de otro modo que por indicación; pero su número es corto, y el esperar sus respuestas alejaría el momento de principiar las ·labores en la Fábrica de Pólvora y de continuarlas con suceso, que depende esencialmente del fomento de las oficinas que pro– porcionan el salitre; como que es el ingrediente más dificil de obtener en cantidad y que entra en mayor proporción entre los que constituyen esa munición . Así he debido dejar para comu– nicaciones subsecuentes las noticias útiles que suministren los demás individuos. Con vencido del trabajo improbo, o estéril producto que se sacaría p or ahora de los salitreros de menor impor tancia, quie– nes exigirían todo del Estado, he excusado entrar en relaciones con ellos; bien cierto, por otra parte, que el estimulo más pode– roso para que se dediquen, será la salida ventajosa que ofrezcan los productos a los abastecedores principales. Todos aquellos que han podido contestar se lamentan del es– tado de destrucción en que se encuentran los edificios; de la falta de fondos y utensilios para el beneficio ; de Ja escasez de ganado p ara el transporte de tierras, de la de brazos para el laboreo, fi– nalmente del at raso de su for tuna y de la dificultad de procurarse auxilios pecuniarios . En tiempos de más recursos que el actual protegió el Gobier– n o y fomentó el establecimien to de las Salitrerías, facilitando a los empresarios sumas que les ayudasen a formar sus oficinas, y cuyas cantidades se descontaban de los productos por terceras partes de valor. En el dia, en que la necesidad de pólvora es más u rgente, en que se ve la feliz influencia que debe ejercer su ela– boración en ramos principales de la industria del país en su segu– ridad misma; y en que los desastres de la guerra h an aniquilado