Asuntos militares: juntas de guerra (1820-1821)

8 GRAL. EP FELIPE DE LA BARRA (4) MANIFIESTA EL VIRREY EN LA JUNTA GENERAL CELEBRA– DA EL 14 EL RIESGO DE LIMA Y SU VIRREYNATO, Y PIDE EL AUXILIO DE 200 MIL PESOS POR CINCO MESES. JULIO 14 DE 1820. (J. N<? 1) Señores: El Capitán D. Joaquín Gómez de Barreda y el Te– niente D. Antonio de las Carreras, Oficiales Prisioneros que aca– ban de llegar del Janeyro con pliegos del Señor Embajador de S. M. en aquella Corte, me han referido que habiendo tocado en Valparaíso supieron por el conducto del Capitán del buque que estuvo en tierra dos horas el 25 de Junio último, que los enemi– gos estaban activando con la mayor eficacia una expedición de siete mil hombres contra Lima del modo y forma que advertirán V. SS. por la lectura de su exposición. Según los datos que en es– ta se apuntan, y por lo que manifiesta la Proclama del Caudillo San Martín a los Chilenos contenida en la Gazeta Ministerial de aquel Reyno de 19 de Febrero último, apenas debe quedar duda de la execución de este intento; de suerte que en mi concepto no tardará mucho en aparecer sobre estas costas el decantado arma– mento con que siempre han proclamado nuestros enemigos que vienen a salvar a sus hermanos del Perú de la opresión en que los figuraban. Poco cuidado debería dar esta novedad sino me hu– biese constituido en un estado tan débil para recibirlos con su– ceso el desaquartelamiento que poco tiempo ha se hizo de tres mil hombres de Ynfantería, Caballería y Marinería, después de haberse empleado incalculables sudores y fatigas en prepararlos, e instruirlos. Yo preví muy bien desde que una extrema necesi– qad me conduxo a esta medida el grande conflicto en que tarde o temprano ella había de ponerme, lo hice así presente a los cua– tro SS. Generales que me escuchan; y solamente por la irreme– diable escasez de numerario, en vista de que las diversas Juntas particulares que reuní al efecto, no pudieron proporcionarme los recursos, necesarios, y de que agotados los fondos del benemé– rito Tribunal del Consulado ni éste podía recoger las Contribu– ciones anteriores ni apremiar por los cupos distribuidos, y en fin solo por la consideración de que no habiendo con que pagar la to– talidad de la tropa nos esponíamos a una espantosa deserción por falta de Prest, pudimos convenir dichos SS. Gefes y Yó, aunque