Asuntos militares: juntas de guerra (1820-1821)

44 GRAL. EP FELIPE DE LA BARRA irremisiblemente hasta el número de ochocientos hombres sea de las Compañías de la Reyna, si se hallasen en ese distrito, o de cualesquiera otra tropa; sin que en esto se admita falta, ni la más leve transgresión, en la inteligencia de que Vuestra Señoría, o cualquier Gefe que se oponga es responsable con Empleo a todas las resultas, debiéndome dar pronto aviso de sus operaciones en esta materia, de la que paso por separado la Instrucción corres– pondiente al Excelentísimo señor General en Gefe de ese Exército del Alto Perú para su preciso conocimiento.== Dios guarde a Vuestra Señoría muchos años.== Lima, Setiembre 13 de 1820.== Joaquín de la Pezuela.== Señor Gobernador y Comandante ~Hi­ tar de Oruro. (33) ORDEN AL SEÑOR GENERAL RAMIREZ PREVINIENDOLE HAGA AVANZAR CUERPOS SOBRE LA CAPITAL POR HA– LLARSE AMENAZADA DE LA EXPEDICION ENEMIGA. Excelentísimo señor: Tengo avisado a Vuestra Excelencia que la Expedición enemiga desembarcó en Pisco el día 8 del presente mes, y se ha posesionado de aquella Villa y sus contornos. Allí trata de fixar su Cuartel General para aumentar su fuerza, mon– tar su caballería, y seguir desde ese punto sus ataques a Lima. Cinco batallones, tres escuadrones y doce piezas de Artillería de Campaña, parece que es el total presente de su Exército, compues– to de cuatro mil quinientos hombres. Traen tres mil armamentos completos y un cuadro de oficiales para farmar cuerpos nuevos con la esperanza de hallar brazos en los negros de las haciendas circunvecinas, con el aliciente de la libertad que les ofrecen. Has– ta el día de ayer a que llegan los partes de los Gefes que mandan las Divisiones que obran a su vista, se les habían reunido con tal sebo algunos. Otras de sus ideas es establecer en lea una bandera de reclutas; y sobre todo extender con proclamas, y llamamientos la seducción para engrosarse, montarse y emprender con otra fuerza los ataques a esta Capital. Los espías que ha introducido entre ellos el Coronel don Ma– nuel Químper, y los prisioneros que se les han hecho, afirman to– dos que éstos son sus planes; y añaden que la fragata "Aguila" en que traían embarcados uno de sus batallones y parte de su artillería, se les separó en su navegación desde Coquimbo a Pis– co, haciendo agua, arribó al primer Puerto : por lo que este suce-