Asuntos militares: juntas de guerra (1820-1821)

66 GRAL. EP FELIPE DE LA BARRA del General San Martín se descubra un espíritu ambiguo y no la franqueza correspondiente a la conclusión de la Paz, deberemos conforme a las altas miras de Vuestra Excelencia prolongar o ace– lerar en quanto esté de nuestra parte las negociaciones que van a procurarla. La resolución de Vuestra Excelencia será la norma a que se arregle la marcha de las sesiones y resoluciones que en ella se hayan de tomar.== Hemos notado igualmente, que seña– lando el General San Martín en su contestación de 15 del presen~ te mes el supe~ior oficio de vuestra Excelencia del 11 por límites que debe conservar por la banda del norte del valle de Chincha mientras duren las negociaciones entabladas; se desentiende de los que deben ceñirlo por el sur : queda por consiguiente, arbitrio de extenderse a la importante población de lea, lo que puede traer grandes males. Así parece indispensable que Vuestra Excelencia le demarque la línea que deba circunscribirle, y que se digne no– ticiarnos de ella para lo que pueda coincidir en esta materia.== Dios: fecha 21 de Septiembre 1820.- El Conde Villar de Fuente.== Dionisia Capaz.== Excelentísimo señor Virrey don Joaquín de la Pezuela. (63) CONTESTACION AL ANTECEDENTE OFICIO. Conviene no retardar la negociación, pero tampoco por acele– rarse se deberá perder la esperanza de un buen éxito.== Si se puede conseguir del General San Martín no tenga sus tropas (por la parte del norte de Pisco) a la parte de acá del río de este nom– bre, retirándolas desde Chincha convendría mucho ; mas si se em– peñase en conservarlas en el mismo Chincha, . donde las tiene en el día, es preciso conformarse.== Por la parte del sur de Pisco costa arriba no hay camino, población ni hacienda; por consi– guiente ya está limitado a no pasar de Paracas, que es el puerto por donde desembarcó distante dos leguas y media de Pisco. (64) OFICIO A LOS SEÑORES COMISIONADOS NOMBRADOS POR ESTE SUPERIOR GOBIERNO DICIENDOLES QUE SE ACORDO EN tJNA JUNTA DE GENERALES QUE NINGUNO DE LOS TRES StJGETOS SE HABIA DE QUEDAR A DORMIR EN PACHACAMAC. Acabo de recibir aviso del señor Comandante Militar en Lu– rín don Antonio María Pardo en que me anuncia haber llegado a

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