Asuntos militares: juntas de guerra (1820-1821)

70 GRAL. EP FELIPE DE LA BARRA efecto, algunos Oficiales nuevos de los que hay en esta Guarµición a las órdenes de los respectivos Gefes de dichos Partidos. En quanto al segundo punto, se acordó que con presencia de la suspensión de hostilidades en que nos hallamos con motivo de la negociación pacífica entablada de Orden del Rey con el Gene– ral Enemigo, no era tan urgente la salida de los dos Batallones y tropa de Caballería que por otra Junta anterior se determinó acantonar en el inmediato pueblo de Lurín, pero que podían sa– lir desde luego el 2? Esquadrón de Húsares y el Cuerpo de Cara– bayllo para que éste, en unión de aquel, y todos a la orden del Co– mandante D. Andrés García Camba, perfeccionase su instrucción en la arma de fuego en que se manifestó hallarse un poco atrasa– do; hasta que más adelante se dispusiese la marcha de la División completa al mando del Excelentísimo Señor Teniente General D. José de La Serna, como antes se había resuelto.== En quanto al tercer punto, pareció bien el proyecto de S. E. de recibir a los Par– lamentarios Enemigos en la inmediata Quinta de Manzanilla, Y fueron de parecer que debía alternar uno de los tres Diputados nombrados por S. E., para dormir en aquel punto todas las no– ches a fin de no desamparar a aquellos ni un momento, y estar siempre a la mira de sus ocupaciones; y que debía salir de aquí todos los días una escolta de 40 o 50 Ynfantes de confianza pa– ra hacerles la guardia, nombrándolos el Señor Sub Ynspector Ge– neral diariamente, del Cuerpo que mejor le pareciese sin guardar el orden de escala, a fin de que al mismo tiempo que se ejercitase la tropa en las marchas a pie, se evitase la seducción de ella con la mudanza continua de individuos.== Aquí se suspendió la dis– cusión sobre los demás puntos, por ser ya más de las dos de la tarde, y quedaron en reunirse otro día los Señores Vocales. Y habiéndolo verificado en el 27 se trató en primer lugar so– bre si convendría variar la orden dada al Señor Ricafort el mismo 22 por la noche en quanto a la venida por tierra con toda su fuer– za, con motivo de una conspiración descubierta en Arequipa e in– tentada por varios Oficiales para transtornar las autoridades, por cuyo suceso podría ser necesaria la conservación allí, de los Cuer– pos para mantener la seguridad de la Provincia. - S. E. que no había aún abierto la correspondencia de dicha Carrera de Arequi– pa, cuyo correo acababa de llegar, hizo abrirla al instante para que los Señores Vocales se impusiesen del aviso que debía tener de dicho acontecimiento ; y habiéndose visto efectivamente la car– ta particular y el oficio N? 794 del Señor Intendente de aquella

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