Asuntos militares: juntas de guerra (1820-1821)

72 GRAL. EP FELIPE DE LA BARRA (68) 3er. EXTRAORDINARIO AL BRIGADIER RICAFORT, ENCAR– GANDOLE CON LA MAYOR URGENCIA LA VENIDA PORTIE– RRA CON LA TROPA DE SU MANDO. En 11 y 13 del corriente previne a V. S. por Extraordinario que procurando atraer al más aparente Puerto de Quilca las dos Fragatas de guerra "Esmeralda" y "Venganza" que salieron de aquí el 9 y deben aproximarse y reconocer esa Costa, embarcarse sin pérdida de tiempo en ellas, el Batallón y Esquadrón existentes en esa Ciudad de Arequipa para que sean trasladados en su fuer– za total a esta Capital. Indiqué a Vuestra Señoría, asimismo, las precauciones con que debía arribar sobre estos surgideros el Se– ñor Comandante D. Luis Coig por si los enemigos hubiesen tras– ladado sus fuerzas marítimas desde Pisco al Puerto del Callao y los de Sotavento de él; y finalmente en mi última comunicación del indicado día 13, ordené a Vuestra Señoría que en el caso de no verificarse el arribo de dichas Fragatas a esos Puertos, ni por con– siguiente el embarque de la mencionada Tropa, tratase Vuestra Señoría de venirse con ella por tierra hasta la Ciudad de lea.== Los Enemigos continúan ocupando a Pisco con sus avanzadas por la parte d~ acá hasta Chincha, sin haberse desprendido aún de su Esquadra ; y habiéndoseles reunido algún número de negros de las Haciendas inmediatas con bastante ganado caballar y vacuno de las mismas, están adiestrando a aquellos, según noticias en el ser– vicio militar, y su objeto probablemente es al mismo tiempo que se vayan haciendo de recursos, propagar la seducción por los pue– blos proclamando la libertad de la esclavatura y halagando a los Indios con la extinción del Tributo. En estas circunstancias invi– té de Orden del Rey, al Caudillo San Martín, a una conferencia por medio de Comisionados en que anunciando el nuevo orden constitucional restablecido en la Monarquía, se traten de sentar las bases y medidas conciliatorias con que S. M. desea se pacifi– quen universalmente estos países. En consecuencia, han llegado hoy a Lurín los Emisarios del General enemigo y deben estar sus– pensas por una y otra parte las operaciones, mientras la negocia– ción se concluya.== Se reúnen muchos datos para presumir que ésta no tendrá efecto alguno favorable, y que el enemigo no la habrá entablado más que con el fin de ir ganando tiempo para aumentar sus fuerzas y adquirir recursos y partido en el País. Por lo mismo, t ampoco debe haber por nuestra parte el menor descuido en la ejecución de las medidas adoptadas ni en la expe-

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