Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

10 ELLA DUNBAR TEMPLE que abía obrado con mucha a abilantes ( ?) en Ellantas ~n quita.rl;s sus pobresas a los yndios los soldados que llevaba el Senor Cap1tan Don Jacinto de Herrera, sinco compañías ya echo su progreso se desaparecieron y ausentaron como el dicho Capitán y nosotros como ignorantes pensamos que tendrá alguna orden de la Superioridad para retirarse : y después de que estando en acción an sido("?) (ile– gible) que por la orden se r etiraron. A este mismo tiempo, ó como ( ?) así mismo nos dixo Nuestro Señor Cura, el día domingo nos hecho al Puente Real a que bayemos a resebir a los tomultuantes de Marias, Chiquia, Yanas, y sus yndios insur gentes nos amenasaron que si no íbamos nos abían/ . 452 v de arui– nar, nos dejó adbertidos para pasar al Pueblo de Llata: dicho eso se pasaron al pueblo de Aguamiro, como también nos preguntó por las ondas y gar rotes, asimismo nos dijo que abíamos hecho burla y que nosotros her amos amigos del Señor Subdelegado y como lo dixo en voz alta en las juntas· en el Puente, José Silvestre de Yanas, y otr os de dicho, y nos p r eguntó por la bandera, con tal nos dijo que ha de ser colorada; y después de este bolbimos, y nuestro Cura ya no est aba en el P ueblo se havía huido y no tubimos quien nos diera un lebe consej o: y se nuestro Cura hubiera tratado alentarnos en acernos fuertes y nos hubier a asujetado talbes no hay estos albo– rotos en este Pueblo. Pues nosotros no hemos tenido cartas ni cu– r espondencias con ninguno de los P ueblos solo si tubimos una del Pueblo de Yanas, eso también la ent regamos en mano propia de .mi Señor Cura pa ra que se digne de darnos un consejo como a sus file– greses, y lexos de aser así se desentendió y no nos dijo nada; y para mejor obrar siempre le comunicavamos a nuestro Señor Cura para que· nos diera alguna salida en nuestro beneficio, y á esto en Llata se alsaron todos contra nosot :r:os diciendo que· eramos causantes por haver despachado carta al Señor Subdelegado para que s·e escape de ellos, y al que llevó la carta nos dij o que hisieramos conocer para degollar, pero no se efectuó lo que pensar on ellos. /.453 Y para aclarar mi fidelidad digo que estube de Guardia y cus– todia del Estanco del Rey, mi amo y Señor, entre los Alcaldes, que es el de Ripan y de Llata, para que no saqueasen aquella renta sa– grada; A este tiempo llegó oponiéndose Nolverto Aro, diciendo que no havía Rey, Y que Estanco ni que Estanco, y a esta voz de este todos los yndios se encajaron a saquear el dicho Estanco y después de esta acción pasaron a la Yglesia a querer saquear, y hiendo su mal prosedimiento salimos a la defenza como le consta al Señor Cura

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