Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LA REVOLUClóN DE HUANUCO DE 1812 37 Así lo proveo y firmo yo el Comisionado con testigos a falta de Escribano. Mais y Arcas (Rubricado) . Toribio Figueroa (Rubricado) . Ynmediatamente hice saber el Auto que entecede a Don Manuel de Cevallos como Protector de Naturales, quien lo oyó, y entendió, y lo firmó/. 4 85 conmigo, lo que siento por diligencia y recibió los Au– tos.- Toribio Figueroa (Rubricado). Manuel de Zevallos (Rubricado). Luego incontinenti hice igual intimación a Pio Miraval, en su persona, que lo oyó, y entendió, y lo firmó conmigo, lo que siento por diligencia. Figueroa (Rubricado). Pio Mirabal (Rubricado). En el mismo día dice saber el Auto de la buelta al Presvítero Don José Ayala, y lo oyó, y entendió, y lo firmó conmigo, lo que sien– to por diligencia. Figueroa (Rubricado). Josef Ayala (Rubricado). (Una hoja en blanco). /.486 Pachas Mayo 8 de 1812. El Protector de Naturales nombrado por esta Comandancia Di– ze: Que ha presenciado las declaraciones, y comfeciones de los yn– dios contenidos en estos Autos. Que los intérpretes han traducido fielmente del idioma yndico al castellano todas las preguntas de sus depociciones: Y que havien– do recivido el proceso alla: Que los yndios de este Partido an come– tido delito de alta Magestad, rompiendo el freno de la sumición, y obediencia, a las legítimas autoridades que nos goviernan. Delito enormícimo contra el cual clama la boz de la indignación. Pero al mismo tiempo se hase cargo el Protector que los limita– dos talentos y escasés de luses de estos neófitos les ha sumerjido en el avismo de males en que se ben embueltos. Ynclinados a la nobe– dad abrazaron siegamente las ideas que le figuraron faborables sus mas crueles enemigos. No tuvieron prespicacia para calcular los fu– nestos resultados qu.e havían de seguir a sus criminales tentatibas, y oy desengañados lloran su seguedad.

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