Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LA REVOLUCióN DE HUANUCO DE 1812 7 vorita de mata chapeton y el pueblo de Huanuco se halla en pocos momentos reducido á un lugar de desolacion y de horrores. El su– perior gobierno recibe noticia del suceso, el que con la vigilancia y actividad que caracterizan siempre sus operaciones, providencia de armas, gente y <lemas auxílios, para restituir esos angustiados pue– blos al órden que han perdido. Las consecuencias de estas acerta– das determinaciones han sido los siguientes partes que transcribi– mos á la letra, para que el público vea la liberalidad con que se pro– cede en la noticia de los hechos, y la verdad que acompaña la publi– cación de los sucesos. PARTE DEL SR. INTENDENTE DE TARMA AL EXCMO. SR. VIREY. Excmo. Señor Ayer entre once y doce del dia se presentaron á la vista los re– beldes, colocandose en unas ventajosísimas posiciones, como son unas colinas elevadas de tres cimas, ó puntones que bajan por graduacion hasta terminar en una pequeña llanura á la otra banda del Rio que confluye con el de Huariaca y junto al puente de Ambo; habiendo he– cho lo mismo otro grupo aunque ménos numeroso en la parte opues– ta del citado rio, y casi á tiro de cañón. Luego al punto que dominó este último la falda de un cerro de elevacion bastante, comenzó á hostilizamos á la oficialidad, y escolta que llegaba de esa capital con armamentos, y municiones por estar situado el camino (pág. 14 61 de la entrada al campamento de Ambo á la ribera del citado rio de cu– yo lado .opuesto ofendieron constantemente algunos honbres enbos– cados, pero sin el menor daño de nuestra parte. En la tarde se mantuvieron inmobles unos y otros en sus refe– ridas posiciones, disparando algunos tiros perdidos que fueron con– testados en igual manera, y observando atentamente nuestros mo– vimientos, hasta que cerrada la noche descendió la mayor, y mas príncipal fuerza ajustada en dichas tres colinas al paraje de Ayan– cocha, donde se mantuvo hasta esta madrugada con el fin de impedir nuestra marcha, y dificil transito del puente de Ambo que se había echado el dia anterior. · En efecto dadas todas las disposiciones para realizar á todo trance el pasage ya resuelto, se acercaron los enemigos, ocupando en gran número la enunciada llanura superior á nuestro terreno, y tomando sus inaccesibles puestos por frente que consistian en unas rocas levantadas en figura piramidal, <letras de cuyos parapetos in– mediatos treinta varas dominantes del puente, rompieron el fuego dos ó tres horas antes de levantar nuestro campamento. Llegada