Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

28 ELLA DUNBAR TEMPLE Docm. N 9 18 Campamento de Quicacau [sic] 18 de Mwrzo 1812. Excelentísimo Señor. Ayer entre once y doce del día se presentaron á la vista los re– beldes, colocándose en unas ventaj osísimas posesiones, como son unas Colinas elevadas de tres cimas ó puntones que bajan por gradua– ción hasta terminar en una pequeña llanura á la otra banda del río que confluye con el de Huariaca y junto al puente de Ambo, habiendo hecho lo mismo otro grupo aunque menos numeroso en la parte opuesta del citado río, y casi á tiro de cañón. Luego al punto que dominó este último la falda de un Cerro de elevación bastante, co– menzó á hoztilizarnos á la oficialidad y escolta que llegaba de esta capital con armamentos y municiones por estar situado el camino de la entrada al Campamento de Ambo á la Ribera del citado Rio de cuyo lado opuesto ofendieron constantemente algunos hombres em– boscados, p~ro sin el menor daño de nuestra parte.- En la tarde se mantuvieron inmóviles unos y otros en sus referidas posiciones, disparando algunos tiros perdidos que fueron contestados en igual manera, y observado atentamente nuestros movimiento.S, hasta que cerrada la noche descendió la mayor y más principal fuerza ajus– tada en dichas tres colinas al Paraje de Ayancocha donde se mantubo hasta esta madrugada con el fin de impedir nuestra marcha, y di– ficil transito del Puente de Ambo que se había echado el día ante– rior.- En efecto, dadas todas las disposiciones para realizar á todo trance el pasage ya resuelto, se ac~rcaron los enemigos ocupando en gran número la enunciada llanura superior á nuestro terreno y to– mando sus innaccesibles puestos por frente, que consistían en unas rocas lebantadas en figuras piramidal, detras de cuyos parapetos in– mediatos treinta varas dominantes del Puente, rompieron el fuego dos ó tres horas antes de lebantar nuestro Campamento. Llegada pues la hora de ejecutar la empresa, se colocó una pieza de artillería á la Ribera del Río, y como ochenta pasos del Puente con una Com– pañía de fusileros de Tarma, para que atendiendo al fuego que hacía por el costado derecho el enemigo de la otra banda del río de Guacar, protegiese el paso de los nuestros hasta apoderarse de las posiciones enemigas. Con efecto, habiendo amenazado un vivo fuego de la ar– tillería, Y expresados fusileros, se abanzó con el mayor denuedó y bizarría la Compañía de Patriótas voluntarios del Cerro de Paseo con los esforzados dragones de Lima é inmediatamente las valientes, p~~imera de fusileros de Tarma, y segunda de Fronteras, los que ha– biendo pasado el Puente en los momentos de sorpresa que causaba á los enemigos el incesante fuego por el franco de la orilla del río, los atacaron casi á tiro de pistola en cuyo acto de Compañía esfor-

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