Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LA REVOLUCióN DE HUANUCO DE 1812 51 meten la tranquilidad pública.- Dios guarde á Usia muchos años.– Cuzco veinte y nueve de Setiembre de mil- ochocientos diez.- José Manuel de Goyeneche.- Señor Don José Gonzales Prada. Docm. NQ 81. Tarma, 17 de Junio de 1811. OFICIO Incluyo á ustedes las reales ordenes de dos de Octubre de mil ochocientos nueve y once de Agosto de mil ochocientos diez por las cuales se dignó el Supremo Gobierno de la nacion elegirme por Go– bernador · Intendente de esta Provincia: la Superior disposición del Excelentísimo Virrey para que practicase en el Ayuntamiento de es– ta Villa el Juramento, y poseción de ese empleo y en testimonio el Acta de este Ilustre Cuerpo que acredita haber efectuado uno y otro el día primero del que rige para que tomando razón de esos Docu– mentos en el libro Correspondiente de la Contaduría de su Cargo, á efecto de que haya en esa oficina el conocimiento correspondiente en ese particular en seguridad de la adminitsración que les es encomen– dada los devuelban con las correspondientes notas para mi resguar– do.- Dios guarde á Ustedes muchos años. Tarma diez y siete de Junio de mil ochocientos once.- José Gonzales de Prada.- Señores Ministros de Real Hacienda de las Cajas de ·Paseo. Docm. NQ 86. Gaceta de Buenos Aires Jueves veinte y ocho de Febrero de mil ochocientos once.- Pá– rrafo quinientos setenta y ocho.-La Junta Provincial Gubernativa de la Provincia del Río de la Plata por el Sr. Don Fernando Septimo, y á nombre de ella su representante en el Exercito auxiliador y las interiores, á todos los habitantes de las que componen el Distrito de la Real Audiencia de esta Ciudad de la Plata.- Despues que la mo– deración, y la templanza con que empezó á insinuar el Gobierno des– de los primeros pasos de su instalación se presentó insuficiente y le– jos de inducir los animos á la reconciliación parece haberles ocasiona– do la obsecación y dureza. Fué necesario recurir á los arbitrios que reserva la politica, para con unos hombres que endurecidos en la ar– bitrariedad y despotismo, solo ceden á el medio que les ha sido fa– miliar á estos prudentemente executados se ha debido el reintegro de la posesión de los sagrados derechos de la libertad civil de que es-