Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LA REVOLUCióN DE HUÁNUCO DE 1812 57 subsistir Su fortuna ha sido enteramente destruida en la insubrrec– ción y no es dable que habiendo sufrido aquel desmedido frangente por su acendrada fidelidad á Vuestra Majestad y en odio á la juris– dicción Real que exercía deje de dispensarla su Soberana munificen– cia algun empleo en Real Hacienda ó politico, que premiando sus buenos servicios facilite algun consuelo en la desolación en que se ha– ya. Una época tan considerable de años empleada en labrar méritos en las diferentes carreras, que han formado la senda del suplicante hacen un objeto de consideración -muy propio de la integridad del trono. El paternal amor de Vuestra Majestad no abandona sus fie– les vasallos y mucho menos á los que en las lamentables circunstan– cias de la América han sabido desplegar su fidelidad, defender sus Augustos derechos y ser plenamente desididos á favor de la justa causa. El que representa no solo se halla en esa clase, sino que ha sido víctima de su propia fidelidad en la destrucción que ha padecido. Está muy próximo á bacar la plaza de Ministerio Contador de las Reales caxas de Paseo por la suma ancianidad y graves acciden– tes del actual Contador Don Juan Agustin Morales, que ha más de dos años se haya retirado de la Oficimna [sic]. El representante pi– de á Vuestra Magestad la futura de dicho destino, ó qualquiera otra de su clase en las ciudades de Arequipa y de Huamanga. Quando es– to no sea accequible dignese Vuestra Magestad de conferirle algun Gobierno ó Subdelegación en que optando con que vivir pueda con– servar la secuela de los servicios en que desea emplearse: No es da– ble que la conclusión de su mando en que se ha portado con celo y justificación sea el principio de su último abatimiento viendose en la calle sin destino, ni ocupación alguna. Por tanto y fiado principalmente en el corazón piadoso de Vues– tra Magestad centro de bondad y de justicia. A Vuestra Magestad pide y suplica reverentemente se digne cons– cederle alguna de las gracias que ha expuesto en premio de sus me– ritos y de la destrucción que ha padecido por ser de justicia que im- plora de la integridad y clemencia de Vuestra Majestad. · Señor.- A los Reales pies de Vuestra Magestad.- Diego Gar– cía.- Rubricado. Docm. N 9 90. Tarma, 26 de Febrero de 1812. TESTIMONIO DE LOS MERITOS Y SERVICIOS DE DON JUAN DE DIOS GALLARDO, SECRETARIO DEL GOBIERNO DE TARMA y DE LA EXPEDICION CONTRA LOS INSURGENTES DE HUANUCO

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