Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LXXXVIII ELLA DUNBAR TEMPLE Las acepciones de esa denominación varían, como bien es sabido, y se considera como cholo, a base de un criterio étnico, al mestizo o in– dio amestizado, o, con sentido regional, al serrano; o, inclusive, al indígena aculturado. En la rebelión de Oruro de 1781, se habla de "cholos. patricios que más son sambos e indios". Ciñéndonos a los documentos de esta colección, cabe observar que ese término se apli– caba a los criollos o "patricios" huanuqueños más bien con sentido peyorativo, pero correspondía en su acepción más precisa a los mix- tos o amestizados. - Aparte de los casos señalados, se individualiza en los procesos a los indios gentiles o infieles de las montañas, con status y modos de vida diversos a los incursos en la órbita hispánica, y que prácti– camente se encuadraban en formas sociales y económicas primitivas. Los expedientes de la insurrección ofrecen también información sobre los tipos sociales y los oficios y ocupaciones demostrativos de la vida y trabajo de esos grupos. Los europeos españoles y los ame– ricanos o criollos concurrían en la explotación de haciendas o cháca– ras, en las estancias ganaderas y en el ejercicio del comercio; parti– cipando, asimismo, de estos tipos ocupacionales los mestizos que po.r su nivel socio-económico se identificaban a estos estratos sociales. La plebe mestiza e india, ejercía los más variados oficios e integraba el salariado urbano y rural. Aunque la documentación no compor– ta datos sobre la organización gremial de tipo puramente local, se mencionan las categorías de maestro, oficial y aprendiz, que osten– taban indif.erentemente, criollos de baja extracción social, mestizos e indios. Entre la copiosa lista de oficios, figuran plateros, herreros, cerrajeros, albañiles, sombrereros, sastres, carpinteros, tintoreros, olleros, pasteleros, músicos, pregoneros, coeterqs, tejedores, chicheros, silleros, etc. El tipo del arriero era muy frecuente por las premio– sas necesidades del transporte. Entre los oficios propios de las mu– jeres, están los comprensivos de las industrias manuales más modes– tas, tales como lavandería, hilado, tejido, costura. Figuran muchas dedicadas al servicio doméstico, aunque entre éstas últimas las ha– bía forasteras de Huamanga y otras regiones. Se refleja en los expedientes de los procesos la interdependencia muy estrecha entre el campo y la ciudad, una apreciable movilidad social y la consiguiente población flotante. Como centros principa– les de migración interna, figuran los Partidos de Tarma, Jauja, Huaylas, Cajatambo de la misma Intendencia, y los de Huamanga y Huancavelica. En los saqueos de Huánuco aparecen algunos origi– narios de Ica y por lo menos uno de Chachapoyas, residentes en la ciudad.

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