Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

86 ELLA DUNBAR TEMPLE Que luego que se impuso el Subdelegado/. 24 en el tenor de dicha esquela, libró providencia por comisionados para que los Indios de dichos Pueblos no se moviesen, y con el mismo objeto oficio sepa– rado al Venerable Parroco del Valle, que comprende una y otra ju– risdiccion. Que a las diez de la noche se apareció en la ciudad un mozo Mayordomo de la Hacienda nombrada, Despensa, propia del Coronel Don Antonio Echegoyen distante dos leguas, escapado por el otro lado opuesto del Rio al de Guayaupampa, diciendo ser de– clarada la revelion por los indios de los Pueblos citados, que habian maltratado a un operario suyo, y que venian en numero de trescien– tos mas o menos; que sabido esto por ser Patron el Coronel Eche– goyen, dio parte al Subdeleg.ado, quienes obraron segun expone el ultimo en su oficio que es cierto por haber el declarante presenciado todo, y aun ejecutado en virtud de su/. 24 v Empleo: que no sesaron en toda la noche de providenciar, alistando aprestos de armas, gen– tes y entusiasmandolas dicho Subdelegado y Coronel pasando por ellos valas y piedras; a que concurrieron igualmente el Subdelegado de Panataguas, el Capitan Don Diego A·dalid y muchos vecinos de los cuerpos Politico y Militar conteniendo la entrada de los Indios por el Puente de Guayaupampa hasta que a las once y media de esa noche rompio el fuego Don Nicolas Quintana, que al fin falleció con varios balasos, y caidos al agua, cuya refriega duró hasta las ocho del veinte y tres Domingo de este mes, á cuya hora se iban retirando los vecinos por la mucha lluvia que habian recibido en la noche: quedando siempre/. 2 6 resguardando dicho Puente muchos vecinos. Que en este estado de cosas el .declarante salio con el Capitan Ignacio Prado a reclutar gente, cada uno por diversas partes, y entrando en la Hacienda de Quicacan, llegaron el Rejidor de Huanuco Don CayB– tano Arteta y Don Juan Ayavan, y le dijeron, que las columnas de la parte de Rondos que ascendian a quinientos Indios, habian llegado ya a la Asequia Alta, en la Cabecera de la Ciudad al Poniente, y que hallandose el Subdelegado y su comitiva cercados y cortada la retirada, se reunieron a la Plaza, en donde hallandose solo con nuebe individuos· se retiró segun le expusieron susodichos: que impuestos de todo tubo a bien el deponente y sin credenciales, ni cosa de oficio, pasarse a la Posta, al Mineral/. 2 6v de Yaurfoocha en solicitud de que auxiliasen a la ciudad afligida el Subdelegado y vecinos, haciendoles relacion de lo sucedido, que luego r.egresaba el declarante para Hua– .nuco, y encontro en la Quinua al Subdelegado de ambos cuerpos con otros varios, que inmediatamente volvio con ellos al Mineral en que celebraron Juntas segun referiran los papeles que condujo al Señor Gobernador Intendente, por enfermedad del Subteniente Don Manuel de la Mata. Preguntado exponga bajo de la religion del juramento

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx