Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LA REVOLUCIÓN DE HUANUCO DE 1812 XXV zález de Prada, la lista de las autoridades y vecinos prominentes que abandonaron la ciudad y se refugiaron en Huariaca y las acciones de armas iniciales. Consta de este expediente que desde el 20 de Enero la ciudad estaba plagada de pasquines, en lengua índica, contra los europeos, anunciando las alteraciones ocurridas en cuatro Pro– vincias; y ya se sindica entre los principales promotores de la insu– rrección a los religiosos Fr. Ignacio ViUavicencio, Fr. Mariano As– piazu, Fr. Marcos Durán Martel, Vicente Moyano y Ramón Moreno. El documento VII, D6600, está fechado en Cerro a 29 de Fe– brero de 1812, consta de 27 fs. s.n. y parece incompleto. Se inicia con la copia de un curioso pasquín: Sabrás pues Ulloa quien son vos serreños si de todos modos oprimes quiteños, que constituyó cabeza de proceso. El expediente contiene las medidas militares tomadas por el Subdelegaq.o, D. José María de Ulloa, en el Cerro de Yauri– cocha, no sólo en vía de defensa de la ciudad, en estado de latente insurrección, sino para remitir efectivos a González de Prada. Aporta datos sobre el itinerario de la Expedición Pacificadora, la actitud del cabildo huanuqueño, de evidente y calculada falsía, las juntas de los pueblos de indios y el ambiente general de la rebelión. Es interesante destacar la formación de una partida de voluntarios formada po.r D. Manuel Santalla que actuó en la debelación del movimiento con una típica táctica guerrillera. Sección tercera.- En esta secc10n hemos agrupado dos expe– dientes seguidos en Tarma por el Teniente Asesor y Gobernador In– terino de la Intendencia, el abogado de la Real Audiencia de Lima, D. Ignacio Valdivieso. El primero, correspondiente al documento N 9 VIII, se refiere a la pesquisa secreta, iniciada en Tarma el 2 de mar– zo de 1812, y abarca 71 fs. n. Este expediente que pertenece a la Memoria Prado, sólo ha sido citado, como ya se indicó, por el P. Var– gas Ugarte. Su contenido es de significativo interés, porque con– cierne a las repercusiones inmediatas de la rebelión de Huánuco en el distrito capital de la Intendencia y a la difusión de la propagan– da y de las ideas subversivas hasta en Jauja y Huancayo. Las ins– tructivas, testimonios y confesiones que figuran en esos autos reve– lan qu·e en los pueblos, haciendas y estancias, agentes y emisarios secretos, habían ya propagado entre los indios la noticia alucinante de la llegada del hijo del Inca, identificado a las veces, confusamen– te, con Castelli. Esos misteriosos forasteros, venidos de tierras ex– trañas o de Huancavelica, Huánuco, Potosí o Cuzco, y que se llama– ban a sí mismos "correos del Inca", en las declaraciones vagarosas y contradictorias de los testigos indios aparecen descritos, indiferen-

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