Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LA REVOLUCIÓN DE HUANUCO DE 1812 XXVII titud la magnitud y graves alcances de esa "general epidemia sub– versiva" "que iguala a las demás que han traído las mas perniciosas catá::;trofes. Son sus principales medios y fines los mismos de aqué– llas, aunque las primeras noticias no nos hicieron creer se dé un as– pecto tan horroroso". Las prevenc10nes se extendieron hasta los fuertes de la fronte– ra (23); y el ambiente que r.estaña la prosa curialesca del expediente es de plena efervescencia revolucionaria, con los preparativos béli– cos y la zozobra de la ciudad ante el temor de una invasión de indios similar a la . ocurrida en Huánuco. Se promulgan bandos "a usan– za de guerra", se dictan consignas de alarma, se nombran "jefes de campaña", se alistan compañías de cívicos, como años más tarde en la guerra de la Independencia, y hasta se forma una nueva Compa– ñía de la Concordia bajo el pie de la de Lima. No descuidó Valdivieso la vigilancia de los pueblos de indios, insistiendo en sus comunicaciones a González de Prada, en la necesi– dad de ahogar "el fuego oculto de la insurgencia", controlando el es– pionaje de los indígenas prohibiendo las juntas en los pueblos y, so– bre todo, la residencia de "individuos incógnitos" en los poblados in– dígenas. De los fuertes de frontera acopió pertrechos bélicos y en– vió socorro a la expedición de González de Prada y a la insurreccio– nada Huamalíes, preocupándose de los partidos vecinos, como el de Jauja, con 60,000 almas, pueblos muy juntos y desguarnecidos y don– de "se anunciaba revolución". Es interesante destacar que en este expediente se comprueba la preocup~ción del Virrey Abascal ante la situación d.e esos Partidos, preocupación que no asoma en las escuetas líneas que dedica en su Memoria a la revolución de 1812. Remite armamentos desde Lima, se informa detenidamente de los sucesos, emite un Proclama a los pueblos y, como dice Valdivieso, consideró "nuestra expedición en ricas. Con licencia. Impreso en Lima (1811) . (Bib. de la U. de San Marcos). En relación con esas mismas instrucciones, el Obispo de Arequipa, D. Luis Gonzaga de la Encina, expidió una Paostoral, de fecha 22 de Fe– brero de 1811, de la cual se hicieron dos ediciones en ese mismo año. Cf. José Toribio Medina, La Imprenta en Lima (1584-1824) Tomo IV, Santiago de Chile, MCMVII, p. 26, N 9 2675 y p. 27, N" 2676. (23) El año de 1782, el Conde de las Lagunas presenta un alegato, por inteL medio de su abogado, el Dr. Mariano Carrillo, sobre que se le compensen por el Real Fisco los daño•s y perjuicios experimentados por su Mayornzgo con la destrucción del obraje de Paucartambo, erigido en fuerte para con– tener a los indios rebeldes de Tarma. Por esos años y los siguientes, se agudizaron las asonadas de los indios en las zonas fronterizas con los infieles. B.N.P. Impresos varios.

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