Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LA REVOLUCIÓN DE HUANUCO DE 1812 311 (Al margen) A la 4a.- Que el declarante viendo que por más esfuerzos que puso no consiguió la quietud de los insurgentes temeroso de que lo matasen como lo anunciaban s·e refugió en el Combento de San Agus– tín de donde lo llamaron á nombre del General, y sorprehendido pre– guntó que quien hera, y que haviéndosele contestado que Castillo, se calló y reseloso de que Je hiciesen algún daño, que por que también le digeron que hera su llamada para contestar un Oficio de su Se– ñoría fue custodiado de mas de ciento cinquenta indios: Que llegan– do á la/. 66 v c3isa de dicho Castillo se trató de la contestación. Que el declarante como no tiene principios para poner vien la pluma solo encargó que se pusiese en los términos devidos á sus autores que fueron ·el Padre Fray Ygnacio Villavisencio de este, y otro, y Don José Vínia de los posteriores, siendo sacado para el efecto de la Ygle– sia Matriz donde se refugió por los yndios en virtud de la orden de Castillo según supo: Que en ese primer Oficio se anunciaron quince mil yndios por que Castillo lo mandó hacer, de modo que quando Don Manuel Talancha preguntó si havían tales quince mil, le contestó in– cómodo diciendo que tenía mucha mas gente por cuya causa firmó el declarante el mencionado Oficio de miedo, de igual modo que otros posteriores, pues estaba su vida expuesta, y amenasada, y carecía de arvitrios para hacer uso de su libertad, y responde. ------------ (Al margen) A la 5a.- Que no rehusó el que declara la entrada de su Seño– ría sino como a dicho firmó con violencia dicho Oficio, y responde. (Al margen) A la 6a.- Que no fue á Ambo por que quando se trató á con– sequencia de la orden de 12 del presente expedida por su Señoría de que el Cavildo saliese á alcansarlo para cuyo efecto fue también for– zado el declarante a casa de Castillo dijo, que el estava pronto, á lo que el Regidor Don Juan Antonio Narro se allanó, y solo Castillo se opuso absolutamente en cuyo acto uno de sus satélites de los muchos que guardaban su individuo, y siempre asistían a las Juntas lla– mado Andrés Rodríguez expuso que el que fuese quedaría muerto pa– sado el Tingo, cuyas expresiones incomodaron á los indios de modo que ratificaron el dicho, y responde. ------------------------- (AJ margen) A la 7a.- Que el autor de los oficios fue el Regidor Castillo, que coactaba a firmarlos, el que dictó uno o dosj. 67 el Padre Villavi– sencio, y los otros Don José Vinía. Que es lo que puede declarar so– bre el juramento que tiene fecho en que se afirmó y ratificó, que aunque es pariente de Castillo por afinidad no por eso falta al ju-

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