Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LA REVOLUCIÓN DE HUÁNUCO DE 1812 323 gencia de que los indios aunque un poco sosegados están á la vista de que si buelve algún europeo para destrosarlo: Diga qual es fin de esta adbertencia; dijo: Que la copia que les ha leydo es del oficio que dirigió á su excelencia, y que/.66 el obgeto de la expreción fue prevenir la infernal furia que tenían los Yndios contra los europeos, y dar de ello quenta a su Excelencia. Recombenido como pudo haver estado tan ofuscado quando firmó el oficio que se le ha leydo que no adviertiese que la Junta que se trataba formar hera provicional para que gobernase; si save que semejante solicitud hera inadmisible y le parecía digna de enmendarse: Que como estaba bastante ofus– cado con los frequentes sustos que padesía· de los insurgentes firmó maquinalmente en el supuesto de que el aviso á su Excelencia no hera de junta que governase, sino como á dicho repetidas veces Junta que nombrase persona que dirigiese y mandase la ciudad, y responde------------------------------------------------ (Al margen) A la 4a._.._ Que no huvo otra causa para decir en el Oficio de f. 1 que se le ha leydo de que havían 15,000 indios que el antojo del Regidor Castillo que referido el caso es el siguiente: Que el día 10 del corriente savi,endo el que declara que yo el Yntendente havía dirigido Oficio al Cavildo, y reselando de que lo podían llamar para alguna consulta se salió de su casa, pero que siéndole preciso bolver a ella por razón de su ministerio, fue llamado de parte de Castillo, á que contestó que no podía ir por enfermo cuyo recado se lo dio á Don Tomás Lopes: Que con este motibo á poco rato se le abocó en su casa el Regidor Castillo con muchos hombres, é innumerables yndios que lo seguían y le dijo que como Párroco devía asistir á una Junta que se iba á selebrar para contestar un Oficio que yo el Yntendente havía dirigido, á que se escusó expresando que estaba enfermo, que se hiba á medicinar, que no hera Cavildante, y que yo no le/ . 66 v havía pasado Oficio á el: Que Castillo no obstante á esta escusa le dijo, que la Junta se haría en su casa, con cuyo motibo temeroso de que le quitasen la vida por traydor á la Patria como el desía fue á Casa de Castillo, en la que se encontró con el vesindario y multitud de gente baxa é indios, y antes de proceder á cosa alguna habló que el derecho prohivía á los Eclesiásticos hasta la sombra de armas, y que su voto en el particular hera ninguno: Que dicho esto el Padre Villavicencio expuso que á ellos no les correspondía contestar, y que se le preguntase á la gente, á que haviendo dicho esta guerra, gue– rra ( sic) escrivió un / solo/ borrador dicho Villavisencio el que en– mendado se sacó en limpio, se leyó en el consejo y se firmó: Que el declarante oyó decir á los yndios con la mayor voracidad que una

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