Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LA REVOLUCIÓN DE HUANUCO DE 1812 331 del 12 de Marzo para ir al asiento de Ambo por que los yndios les amenasaban con la pérdida de su vidas, y responde (Al margen ) A la 7a.- Que la ignora: que es lo que puede decir en le par– ticular por el juramento fecho en que se afirmó, que no le tocan las generales de Ley, y lo firmó con su Señoría de que doy fee. Jos ef Gonsales de Prada (Ru bricado). Mar iano Narva1t e (Rubricndo) . Ante mi: Nícolas Ambrocio de A riza (Rubricado) . Yncontinenti hizo comparecer Su Señoría al Licenciado Don Mi– guel Castañeda a quien por ante mi el Escribano le recivió juramento que lo hizo por Dios Nuestro Señor in vervo sacerdotis tacto péctore bajo del qual ofreció decir la verdad de lo que supiere y fuere pre– guntado, y siéndolo con arreglo al interrogatorio dijo: (Al margen) A la 1a.- Que es Presvítero que save y le consta, de la imba– ción que sufrió esta Ciudad el ·23 del pasado, y días subsecuentes y responde. (Al margen) A la 2a. y 3a. que las ignora y responde. (Al margen) A la 4a. Que también la ignora: Recombenido como dice que la ignora quando baxo de su firma consta que el número de insurgentes hera de 15,000/ . 71 v y que se hiban aumentando como persuade el Oficio de fojas 1 que se le leyó dijo: Que este Oficio lo firmó sin saver de su contenido en casa del Regidor Castillo por ver que su Cura y otros vecinos lo subscrivían /, y responde. Preguntado si bolvió a firmar otr o Oficio, y asistió á nuevas Juntas, si adbirtió que Castillo her a tr aydor, y que las Juntas que formaba heran sospechosas dijo: Que bolvió á firmar otro Oficio siendo llamado a nombre del mismo Castillo sin imponerse de su tenor ni aberiguar otra cosa sino que si su Cura havía firmado, Y que haviéndosele contestado que se le dejaba en blanco estampó su nombre: Que no asistió a Juntas, y que adbirtió que Castillo hera traydor, y sus congresos sospechosos, y responde. Recombenido como fi rmó en papeles que ignoraba de su conte– nido, y por que bolvió a casa de un traydor que devía de conocer que su amistad y papeles heran sospechosas, por que como ministro de la Yglesia no h izo toda la r esistencia posible para escusar firmas

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