Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LA REVOLUCióN DE HUANUCO DE 1812 339 Juscf Gons<lles de Prada (Rubricado). Fray Antonio de la Cadena (Rubricado 1. Ante mi: Nicolas Ambrncio de Ariza (Rubricado). Yn-/. 76 v continenti hizo su Señoría comparecer al Licenciado Don Juan Seballos á quien por ante mi el precente Escribano le recivió juramento que lo hizo por Dios Nuestro Señor y una señal de in vervo sacerdotis tacto pectore, bajo del qual ofreció decir la verdad de lo que supiese y fuese preguntado, y siendolo con arreglo al ynterro– gatorio dijo: (Al margen) A la 1a.- Que es Presvitero é Ynter de la Doctrina de Santa María del Valle; que save y le consta de la imbación que a sufrid~ esta Ciudad el 23 del pasado y días subsequentes y responde. _____ (Al margen) A la 2a. Que ignora, y responde. (Al margen) A la 3a. Que también la ignora y re ponde. (Al margen) A la 4a.-Que el día que se contestó el Oficio de fojas 1 fue lla– mado el declarante á casa de Castillo por la noche para leer un Oficio que yo dirigí á que fuese deseoso d,e saber su contenido : Que estando sentado el declarante en la Sala de Castillo lo manda1·on lJamar al Cura Doctor Moreno a quien en persona lo fue á traer dicho Cas– tillo con su comitiba por su recistencia: Que verificado esto se abrió mi Oficio de cuyo contenido no hace memoria: Que tratándose de su contestación expuso Moreno que por que su ministerio le prohivía hasta la sombra de armas su voto era ninguno, en cuyo acto el Padre Villavisencio hizo el borrador del Oficio, el que se leyó en limpio y se firmó por los del concurso con coacción y violencia siendo el autor de ello Castillo que dijo que tenía mas de 15,000 yndios que havía contado con piedresitas en el puente del Tingo: Que á poco rato Je oyó decir el declarante al mismo Castillo que si el se perdía todos se havían de perder: Que ignora que huviesen / . 77 havido 15,000 yn– dios y antes al contrario el que declara que no havía ese número, y que firmó dicho Oficio por qu.e lo agarró Castillo en el patio, y lo hizo subscrivir con violencia. Preguntado que resistencia hizo, y si advirtió que dicho Oficio hera insolente que terminaba á intimidarme, y a oponerse á mi en– trada anunciando ferosidad en yndios que no ~xistía, y suponiendo que estos havían jurado al Rey Fernando, hecho que descubre la ma-

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