Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

XLIV ELLA DUNBAR TEMPLE nuco. Los testigos relatan que estaba siempre enfermo y encerrado, escribiendo con velas hasta el amanec.er y que siempre escondía pa– peles. Lo visitaban muchos forasteros, en particular cerreños; y par– ticipó en el segundo combate de Ambo, fugando a raíz de la victoria de González de Prada y sin que pudiera ser habido a pesar de los muchos edictos dictados para su aprehensión. · Aspiazu manejaba mucho dinero, de fuente desconocida, y redactaba proclamas y pas– quines en quechua, idioma que dominaba a la perfección. Acérrimo enemigo de los "europeos", los calificaba de "perros" y, según de– claraciones del propio Villavicencio, fue autor de las "Décimas a la Junta". Debía estar el P. Aspiazu vinculado también con la capital li– meña porque, según su compañero de celda, el P. Ledesma, decía que estaba pensando en la Concordia del Regimiento de Lima, la cual no podía seguir porque, y expresaba su pensamiento en verso, la unión de criollos y "europeos" era como la del gavilán con el pollo. (31) Fr. Francisco Ledesma, limeño y mercedario, .era, igualmente, muy aficionado a la poesía y s.e decía autor de un "Elogio al Ejérci– to". Le atribuye a Aspiazu los versos subversivos, según él 30 ó 40 décimas que habían hecho alboroto en Paseo y menciona la siguien– te: "Después que ya la maraña / de la Europa está savida, / ¿ De– berá seguir unida / nuestra América a la España? ... ". Relata tam– bién que Aspiazu reiteraba a menudo que era necesario arrojar a los chapetones que maltrataban a los criollos y patricios, le atribuye la redacción de una proclama a los Americanos y afirma que le comu– nicó la sublevación de Huánuco, la cual terminaría con los chapeto– nes porque los "matarían poniendo estacas en las aceras con lazos para amarrarlos". Otro de los personajes que figura en estos autos es .el misterio– so lego, prófugo de la revolución de La Paz, que vivía en el Conven– to y el cual, según parece inferirse de otras piezas de estos procesos, se llamaba Fr. Cayetano Morales o González. En el documento D601 prosigue la actuación de las pruebas y la etapa procesal de la defensa, encomendada a los designados por los reos o a los nombrados de oficio, muchos de los cuales no eran le– trados por la notoria falta de abogados en la ciudad. (31) El tema del Regimiento de la Concordia Española del Perú se reitera en los autos de los procesos. Circularon en Lima y en las Provincias del Virreinato, por los años de 1811, una serie de elogios en prosa Y en verso sobre la insta,lación de ese cuerpo de Voluntarios. Por otra parte, el Regimiento festejó el triunfo de Goyoneche, lo que puede explicar el tenor de los versos subversivos de la rebelión de Huánuco. Cf. Medina, ob. cit. p. 12, N 9 2620; p. 13, N" 2622; p. 14, N" 2626.

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