Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

XLVIII ELLA DUNBAR TEMPLE rajes contribuían a ahondar sus re~entimientos y, por otra parte, los insurgentes huanuqueños movieron en esos pueblos los r.esortes más adecuados para provocar su rebeldía, convenciéndolos de que se les privaría de sus modestos comercios y sus tierras y empl.eando argu– mentos que concuasaban con su idiosinc.racia. Estos manejos de los jefes insurrectos se comprueban plenamen– te desde la iniciación de la sumaria (Doc. XLVI). Como cabeza de proceso figuran en autos las cartas remitidas por Crespo y Castillo a los Alcaldes de diversos pueblos indios, con órdenes expresas de que se ley.eran en cabildo y circularan por todos los demás pueblos del Partido. El caudillo intimaba a los indios para que exterminaran a los chapetones y les recomendaba las tácticas apropiadas, tales como el ataque desde los cerros con galgas; y los invitaba a la obediencia y hermandad con los insurgentes huanuqueños. Las comunicaciones entre los Partidos de Huánuco y Huamalíes, constantes por razones comerciales, se acrecentaron en los días de la rebelión por la correspondencia continua de los mandones y el in– centivo de la participación en los saqueos. Los principales jefes de la insurrección de Huamalíes estaban en conexión con Crespo y Cas– tillo, en particular Norberto Aro o Tupaamaru, Tomás Nalvarte, Jo– sé Ayala y el cura de la Doctrina de Jesús, D. Manuel Herrera. Los viajes a Huánuco de vecinos e indios de Huamalíes, fueron, como he– mos indicado, la mejor vía de contagio revolucionario. Francisco Nol– verto, del pueblo de Marías, al ir a la ciudad de Huánuco a comprar cera, tomó parte en los saqueos, al igual que varios indios vendedo– res de queros; y al retornar trajeron la noticia de que Crespo y Cas– tillo había asumido el Generalato de la sublevación y les había orde– nado que fueran en su auxilio. éstos dos últimos. En la debelación del movimiento participó D. Juan de Echevarría y se formó proceso de este eonato subversivo en el cual se voceaba el grito de "libertad de España". Motivacionea de este al– zamiento fueron los abusos de las autoridades, entre ellas 1los tratos Y comercios, y los excesos en los repartos. Además de los autos conocL dos del proceso que figuran en el A.N.P., conviene mencionar el juicio seguido en 1819 contra la testamentaría de Echevarría, de interés por– que ofrece datos sobre el ambiente de la Provi,ncia y los manejos de la'S autoridades en el comercio de mulas, cascarilla, etc. Cf. Manifiesto legal del Señor Coronel Don José Vidurrezaga en el que funda la legi– timidad de su crédito contra la Testamentaría, del Señor Coronel Don Juan de Echevarría por la recaudación que hicieron en la Provincia de Huamalíes 1 Don Juan de Ulloa, Don Domingo Cajiga y el referido Eche_ vatrría. Lima, Impreso en fa Real Casa -de Niños Expósitos. Año de 18l9. Por los años de 1778, se registra otro conato contra el mismo Corregidor Ulloa, encabezado por el Cacique Eusebio Cervantes y Poma– chagua. (Cf. Mss. B.N.P.).

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