Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LXII ELLA DUNBAR TEMPLE económica de los actores de la insurrección, ofrece datos sobre es– tancias y haciendas, en especial del Partido de Huamalí.es, y bienes de pueblos de indios, cuyas existencias en ganados figuran en las ra– zones de los autos. Se insertan también testimonios completos de las sentencias de vista y revista dictadas en las causas principales; y del recurso de súplica que se presentó ante la Real Audiencia de Lima. El documento XXVII, que hemos ubicado en el Archivo Nacio– nal del Perú, corresponde al .expediente promovido en 1813 por D. Manuel Queipo y Ramona Lope o López, personajes sobre los cuales existen referencias en documentos anteriores de esta colección. Aun– que el proceso criminal, iniciado en 1812 por el Subdelegado de Pas– eo, D. José María de Ulloa, caballero del Orden de San Juan, no ha sido habido, este documento, del cual sólo se publica la parte per– tinente, aclara aspectos de esa causa relativos a los pasquines sub– versivos que se difundieron en Cerro antes del estallido revoluciona– rio de Huánuco. Los demandantes solicitan el reintegro de sus bienes embargados a raíz de ese proceso y acusan a Ulloa, que figura como Subdelegado absuelto de Paseo, de manejos incorrectos en el secues– tro de los mismo . De estos actuados se confirma el estado de agitación subterrá– nea en el Cerro, y de los bandos y banderías surgidos a raíz de la elección de Diputado de Minería y que continuaba en los días de la rebelión de Huánuco. Queipo fue autor de un "papel o proclama se– diciosa" en el cual se hablaba de "una sublevación en aquel lugar"; y la Lope fijó en lugares públicos y en la propia casa del Subdelega– do un pasquín, calificado por Ulloa de "asqueroso y obsceno", en el cual se le amenazaba "en la copla o mote en que está escrito" y que fue "pintado con su propia indecente sangre", hechos todos que apa– recían probados en el juicio sumario. La gravedad del delito, según el Subdelegado, se acrecentaba porque "inducía o incitaba a una su– blevación en aquellas críticas circunstancias en que en Huánuco y va– rios lugar.es circunvecinos había prendido la incendiaria y devorante llama de la insurgencia a que sin duda provocaban y convidaban esos pasquines". José María de Ulloa alega en su defensa, además de su distin– guido origen y prosapia y sus propios merecimientos, los grandes y esclarecidos servicios "que hizo a la Monarquía, y aún a todo el Mun– do, su benemérito Padre, el Excelentísimo Señor Don Antonio Ulloa, Teniente General de los Reales Ejércitos". A todas luces, el Subde– legado debió ser hijo del sabio académico D. Antonio Ulloa, no em– pece que Mendiburu sólo cita al Teniente General de Marina D. Fran– cisco Javier Ulloa, Gobernador de Huancavelica. El documento XXVIII, D604 de la Biblioteca Nacional del Perú,

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