Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LA REVOLUCION DE HUANUCO DE 1812 LXXXIII logismo de la revolución" basado en el vasallaje personal al Rey y no a España. La ruptura de la doctrina tradicional española que sustentaba el antiguo régimen, debilitaba totalmente la autoridad real y la fór– mula de la vuelta de la soberanía a su fuente de origen, o sea al pue– blo, derivó en la creación de los múltiples centros gubernativos pro– vinciales con sentido autárquico. Los estímulos en América venían así de la propia España en el curso de su lucha por la Independen– cia. Al crears.e la Junta de Regencia, no faltaron políticos contrarios a la vuelta a la Monarquía y en las Cortes los diputados americanos, entre ellos el polemista José Mejía, suplente por Santa Fé, compar– tían abiertamente las nuevas doctrinas. La crisis de la Monarquía española, la falta del símbolo monár– quico y la propia teoría política española originaron los regionalis– mos americanos. Las provincias de América, al S·entir la pérdida del nexo legal con la Metrópoli, se consideraron depositarias de sus pro– pios destinos y estos factores ahondaron la pugna entre peninsula– res y naturales, condicionando el clima revolucionario. En los procesos de la rebelión de Huánuco se confrontan estas influencias, en particular las provenientes del Virreinato rioplaten– se, allegadas a través del periodismo y de los agentes y propagandis– tas, .entre ellos los eclesiásticos, cuyos planteamientos son reflejos de la teoría de la soberanía del pueblo y de la ausencia del poder real, IJegando, inclusive, a difundir la noti~ia de la muerte del Rey Fer– nando VII. No menos acusada es la indiscutible acción insurgente de Castelli, "el hombre de la energía nerviosa", con sus proclamas que circularon por el Virreinato peruano. Los actuados de la insu– rrección huanuqueña, como hemos visto, están plagados de referen– cias sobre la presunta llegada de ese caudillo y se instituye un ver– dadero mito en torno a su persona. La creación de la llamada Junta Gubernativa o Provisional de Huánuco demuestra ese acentuado influjo de los sucesos bonaeren– ses. El propio González de Prada reconoce que los oficios dirigidos al Virrey Abascal fueron "pretextos para dar colorido a una conduc– ta difícil de salvar". En su Informe a la Real Audiencia, el Inten– dente expresa categóricamente que esa Junta tenía el carácter de las similares "a cuya sombra se ha asilado en esta época el proyecto de la Independencia y de la guerra civil y el monstruo de la anarquía que devora hoy al infeliz Virreinato de Buenos Aires''. Por otra parte, preciso es reiterar que los jefes insurrectos alegan las doctrinas pro– paladas en "El Peruano" de 1811, en cuyas páginas, como veremos, se analizan los acaecimientos de Buenos Aires, los discursos de los Diputados en las Cortes y las doctrinas políticas en auge en la época.

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