Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812
436 ELLA DUNBAR TEMPLE che con Jose Ulluco y que aquel hera compadre de un hermano suyo: que con Ulluco estubieron desde la derrota pero que se separaron por que desían por este que hera causado, y que lo buscaban los minis– tros hasta pocos dias antes de que lo prendiesen, en que se encontra– ron en esta ciudad: de noche, y se retiraron juntos por que corrian voces de que havia indulto para todos, con el fin de esperar sus re– sultas, y responde. Preguntado si Jose Cerrano los aucilio, y les aconsejó á ·la fuga, dijo: que no, y que solo tuvo sentimiento de berlo fugitibo, y res– ponde. Preguntado á que juntas asistió antes de la sublebacion dijo: que á ningunas, y que ni supo de ellas tanto que hiendo que se acuarte– laba gente en el cavildo donde está la carcel para patrullas, etcétera, le preguntó al Alcayde por esa novedad, y no le dío contestacíon ex– presandole solo que el Subdelegado lo manda asi. Que el 9 ó 10 de diciembre bajo á Lima el deponente á seguír un pleyto para cuyo efecto trajo Real Provicion que mantiene en su poder, que con el Teniente Coronel Don Domingo Fernandez se re– gresó á esta ciudad á donde llegaron el 19 de Enero y que al dia si– guiente 20 por la noche el Subdelegado García lo puso preso _por deu– da, y se mantubo en la carcel hasta el 23 de Febrero por la mañana en que el Subdelegado por la entrada o la benida de los Yndíos á esta ciudad lo botó al deponente de la caree! de igual modo ·que á qua– renta poco/. 426 mas, ó menos que estaban presos, y que por este mo– tibo el deponente de nada supo, pues hiendose á su casa hasta por calles estrabiadas se encontró con los Yndíos, y bolbio hasta la plaza con ellos, pero que no se mescló en saqueos, ni robos. Preguntado quienes fueron los cabezas de motin dijo: que co– nosío por tales por el empeño que manifestaban en la benida de Yn– dios, para las expediciones é interes que tenían en el fomento de la guerra, A J ose Rodrigues, comandante, á su Padre Andres, y á Ma– nuel Rodrigues, A Antonio Espinosa el Limeño, J ose Ulluco, y a Fe– lipe el Sastre; que á estos mísmos los beya con frecuencia en casa del regidor Castillo sobre el modo de presentar la guerra, combocar á los Pueblos para hacer resistencia la entradá de los Europeos, y res– ponde. Preguntado si el deponente fue uno de ellos dijo: que no, y que solo acompañó en las expediciones á los Yndios por que estos desían que havian benido á defender la ciudad, y que hera presiso que to– dos los ayudasen, y que de lo contrarío los acabarían á los que no fuesen.
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