Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812
LA REVOLUClóN DE HUANUCO DE 1812 471 (Al margen) 8a. Ydem Digan si han savido o tenido noticia que después de efec– tuada esta Ynsurección mi parte fue apre/. 460 v miado inducido y obli– gado · por esa propia gente sublevada para que siguiese sus huellas; de tal suerte que como su casa y chacra están situadas en la calle y camino Real por donde se yngresa ó regresa a la Ciudad le era in– dispensable so pena de la vida negarse totalmente a sus malébolos poryectos: tampoco podia ocultarse ni ponerse en fuga porque mi– serablemente dejava espuestos a los furores de aquellos a una po– bre mujer y diez hijuelos cuyo número le era impocible moral tras– poner donde gosasen de sosiego. (Al margen) 9a. Y dem digan si han visto ho oydo que en la primera marcha, que hizo el complot de Ynsurgentes de esta Ciudad para Ambo contra los leales Serreños, es verdad que mi parte estando trabajando en– cerrado en su Casa, casi todo el exército lo sorprendió, y después de substraerle varias frioleras Bestias y bienes, con el mayor rigor, y las mas temibles amenazas lo obligaron a que los acompañase; en cu– ya junta nadie podrá asegurar que le hubiesen hoydo proferir pala– bras S'eductivas que les infundiese valor o que fuesen arte para que triunfase: propia y adequadamente puedo asegurar que calificada esa obligación después de borrar el crimen esecrable que como ha traydor le correspondía, en él se cumple la regla de que hubo miedo grave que cayó en varón constante. (Al margen) lOa. Ydem Digan si llegado el caso de que partiese el Glovo de Yn– surgente de esta Ciudad para Ambo le segunda vez si bolviendo á apremiar a mi parte para que los acompañase a un tiempo mismo lo comicionaron en compañía de Don Ygnacio Rodríguez para que lle– base ciertos papeles por las Ygueras adelante y contenían seducción á esos vecinos y los/. 461 v y los Pueblos de Yacos y Mangos: visto pues que le era mas factible recivir los papeles que empeñarse en la segunda acción de Ambo admitieron á aquellos y se negaron a ésta; pero con tal arte que después que s·e alejaron de la noticia que pu– diera dársele a los Gefes ó Comandantes de Ynsurgentes, con el ma– yor secreto ymventaron otros papeles: supucieron que se los havían remitido de Huánuco y decían poco más o menos concevidos en estos términos: que ya no se nesecitava gente porque se havían sojusga– do al 8eñor Governador Yntendente los de estos Partidos, y así ellos no se mobiesen, por que serían castigados como desleales con toda severidad; de modo que quando regresaron ya totalmente allaron des– truydos a muchos de esos que les oprimian.
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