Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812
478 ELLA DUNBAR TEMPLE tro crímenes en que le condenan; en que hay mas exagerac10n que realidad; por quanto devian haver refleccionado quando hicieron sus Declaraciones, según todos discucivamente lo aseguran, .que los Yn– surgentes invitavan con rigor á muchos vecinos onrados para que los acompañasen á sus Expediciones, como mi parte lo confiesa en el "número 3Q de la que se le recivió vajo estas formales expre-/. 466 v ciones:: Que estando en su chacra de Yancao el Domingo 15 del pa– sado llegó a ella Andrés Rodríguez y le díjo que iva de parte del General Castillo por la grande confianza que tenía en el, para que se puciese en camino de los Pueblos del Partido de Huamalíes y Tar– ma:: 1 ' Así pues si como asegura el Testigo Tello mi parte empeñó a los Alsados en sus rovos ¿Sería creible que un hombre onrrado y de bienes conocidos, como es Pérez, tenga necesidad de mesclarse con alsados ni en rovos, Mayormente no haviendo quejádose nadie de él después de la .rebolución ?. Don Nicolás Basualdo que boluntariamente llama traidor a mi parte no devió tener presente, pues le consta la lealtad de Francis– co y la de su hermano el Oficial de Cavallería Don Agustín· Pérez, auxilian a los leales en el Puente de Huayaopampa, en donde el se– gundo sacrificó su vida: En vista de esto ¿querrían esos Ynsurgen– tes tener por caveza o por su socio a un individuo que viciblemente les era opuesto? Será creíble que estando el cadáver de Don Agustín tendido por la muerte súbita que recivió, un hermano de onor lo abandonase, y con corazón regosijado, por la Ynsurrección, tubiese valor de unirse a esos Ynsurgentes quiénes no era dudable, podrían hacer lo mismo con él?. ¿Que podré responder para convencer a un Testigo que perjura como Vuestra Señoría misma lo Declara por tal en su Decreto de 1 Q del corriente?. Parece que no devo haser caso de su depocición, y pa– sarla en silencio; lo propio/. 467 que si no lo huviera dicho. El quinto Testigo Don Manuel Talancha que llama a Pérez prin– cipal motor de la sublevación no sólo es convencido por la Primera, Segunda, Tercera, Quarta, y Quinta Pregunta del Ynterrogatorio de aquellos condecorados que ha presentado mi parte en aboná de su conducta; sino devía haver tenido presente, quando lo denuncia, to– do aquello, que legalmente expongo en contradicción a lo que Decla– ró Basualdo: lo propio ·digo por el sexto Testigo Don Domingo Be– rrospi; sin embargo Talancha expone en la conclución de la Quarta y Quinta Preguntas de su Declaración que huyendo con Don Domin– go Berrospi por Visacaca decían Rodríguez y mi parte: mata, mata; y me admira, que Don Domingo Berrospi en el Octavo número de su Declaración conceda lo que Talancha dice en la Sexta respuesta
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