Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

502 ELLA DUNBAR TEMPLE servir declarar por purgados, plena y superabundantemente á mi parte por haber confesado la verdad de todo lo que sabía, y haberse encaminado á ello como Joben, é iluso imbitado de un hombre de caracter que lo ·es Fray Marcos Martel, quien exteriormente tenía engañado el lugar como es público y notorio, cuyas máximas fueron la causa de la condesendencia de mi parte, y que la r~presentación y carácter de aquel no demostraba la más mínima malicfa de los pro– yectos que había urdido por la presente sublevación, los quales en el cuerpo de los autos se han hecho visibles; y hallándose mi parte es– caso de luces para poder penetrar el fundamento de aquellas ideas, y el efecto que había de causar y sus insidencias, se encaminó mi parte á trasuntar los Pasquines/. 4 ssv seductibos que dicho Padre con promeza de paga o obligó á ello, y mi parte accediendo concluyó con dicho encargo hasta fixarlos en compañía de José Rodríguez, y así aquel delito que cometió, y el crimen que contra él resulta de dichos Autos: Nunca debe reputarse por tal, ni en clase de Ynsurgente, ni cabeza de motín, y mucho menos de acaudillador: pues mi parte ac– cedió concurrir por tres motibos al crimen expresado, el uno por haberle ofrecido paga, el otro por ser joben, y el tercero por ver que aquél era hombre de carácter y uno de los que visiblemente aparen– taba una sincera virtud, por lo que mi parte en todas las cosas que intervino, según de los Autos resulta, no lo hizo voluntariamente ni con depravada malicia, ni con fines particulares, sino inducido, y con la sencillez como Joben por lo que mi parte debe quedar absuelto mediante la caritatiba equidad de la Justicia conmutatiba, y advi– traria en el caso de caerle culpa y delito, pues para patentizar no haber coadyubado á lo referido ·expondré generalmente en este mi exordio siguiente. Por los dichos Autos de fojas-, fojas-, y fojas-, resultan contra mi parte un Crimen que no puede libertarse del castigo que le ha hecho acreedor su delito; los hombres/. 489 por mas felicidades que gozan en el Mundo, nunca están quietos ni contentos, y entre sus disturbios se llegan á precipitarse, y perderse unas veces por modos, y fines pensados, y otras inopinadamente, como mi parte, quién se arrojó al combate, y facción del Padre Fray Marcos á aquel horro– roso crimen digno del ·mayor castigo: este fue el principio de los herrores de mi parte, de aquí dimanó el fixarse los Pasquines, y acompañarse con José Rodríguez aquella noche, y otra que acaeció en la del Martes de Carnestolendas; cuyo crimen resulta contra mi parte en el volumen de dichos Autos: Aunque Don José Soria en su ratificación á fojas 132 buelta confiesa que sólo en dos ocasiones lo ha visto á mi parte ebrio agregando en su dicho que mi parte ha sido de buena conducta, y nunca ha dado que decir de su persona, y

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx