Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

508 ELLA DUNBAR TEMPLE (Una hoja en blanco). /.495 (Margen superior derecho) Manuel, José, y Evangelista Espinosa a quienes se les concidera mes– clados en el saqueo. (Al margen) Huánuco Abril 27 de 1812. A los de su materia Gonsa~es (Rubricado)~ Ante mi: Nicolás Ambrocio de Ariza (Rubricado). Mariano Flores (Rubricado). Señor Governador Yntendente El Capitán Don Santos de la Vega, en la causa de Manuel, José, y Ebangelista Espinosa (Alias los Sucsuputos) como su defensor nom– brado ante Vuestra Señoría paresco y Digo: Que estos infelices son pobres de solemnidad, no hay quien se conduela de ellos, ni quien hu– biese andado en busca de los testigos y á infinitas súplicas, por que no quedasen sin que hubiese constancia de la defensa encargada á mi cuidado, los primeros que encontré los encaminé á la presencia de Vuestra Señoría y se pudo producir la información, aunque los tres testigos contestos en la quarta pregunta absuelven de que se han man– tenido de su exercicio como oficiales de Sastrería: El Segundo, y tercero acreditan ser hombres de bien, y sobre el principal asunto del saqueo en que se les tilda no disen nada. No hay tiempo para dar otras justificaciones y aclarar la ino– sencia con que padecen, por que si ellos se tubieran siquiera para cos– tear el papel sellado, es así que están en la última miseria, llenos de calamidades, sin tener con que mantenerse, luego la suposición es falsa, y es preciso en tales circunstancias mirarles con lástima. La piedad tan necesaria, como la ju~ticia, es preciso que obre sus efectos, por lo que hago presente á la rectitud de Vuestra Seño– ría que estos infelices no han podido dar otra prueba, ¿Y cómo? á fuerza de mis diligencias, para que no se dijese, que por ser entera– mente pobres no havía cumplido con el encargo, y la elección que hi– cieron en mí estos desdichados para su defensa. Todo · 10 que hago presente ,en cumplimiento de mi opligación, y que no he hechado en olvido á estos afligidos, cuyo remedio esperan de la benigna mano de Vues~ra Señoría. Y dando por finalizado respecto· de havérseme cumplido el plazo del término señalado con exceso sin que mis es– fuerzos hubiesen sidp bastantes á dicho esclarecimiento.

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