Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

534 ELLA DUNBA'R TEMPLE aséguró en su dicho que se havía expresado "Ochenta leguas de aquí se halla Casteli y que otros tantos día daba de plazo a los chapetones puesto que éste venía á acabar con ellos" 1, lo que se falcificó en el careo de fojas - La confeción de mi parte berificada con cinceridad, acredita lo contrario, y claramente significa todos los acaecimientos y pasajes que se le hicieron de cargo. El citado Mariano Veles que acrimina a mi parte con palabras estudiadas, es un sugeto de mal nombre, y conosido por díscolo, de mala opinión, y fama, sobre lo que daré la prueba suficiente, y quando se le ha mencionado en esta Ciudad, ha sido solamente por sus exe– sos, y por hasmereir del lugar, de modo que sinó está en un precidio, es solamente por pender de algunas casas de bastante crédito, y honor. Esto no es dicho mío, sino vos común y un sugeto de esta clase, no debe admitírsele sus dichos y así doy por nulos y de nin– gún valor, probando todo a lo con-/. 61 ~v trario, respecto de que en parte se su Patriotismo, y amor al Soberano, fue uno de los primeros que salió a defenza de la Ciudad, con su escolta de Soldados, por ha– llarse de guardia la noche de la imbación, a donde se encontró con su Coronel, y dándole las respectivas noticias, pasó en vela reuniendo las Patrullas con los Alcaldes de Barrio, y congregados, pasó al Puente a defender de los enemigos, con el Capitán Don Diego Adalid, y fue el primero que disparó su escopeta en defenza de la justa causa, de cuya cituación revolvió a cortar el Puente de Sogas, por mandado del Subdelegado y de Don Diego Adalid hasta que haviendo buelto al Puente de Huayaupampa, revolvió desamparado por falta de Armas, y J.ente en el que recivió un hondaso que lo maltrató malamente. El dicho de un hombre solo, aunque sea de bastante crédito, no acrimina, por no ser prueba suficiente, mucho menos de un hombre perdido que talvés guarde a mi parte algún rencor, ó encono, por lo que le ocacioné los padecimientos que sufre hasta el día: En cuya atención, la justificación de Vuestra Señoría se ha de servir mandar, el que se me reciva sumaria Ynformación de testigos que expongan bajo la Religión del Juramento conforme a la Ley, y su pena, si es cierto que Mariano Vélez, es hombre mal recivido en esta república, de malas costumbres, conosido por mentiroso, y de peor condición; y si al contrario, mi parte es bien inclinado, que ha subsistido de su Oficio carpintero, y sus industrias, con la decencia que es propia de su clase, ·sin mesclarse en juntas de Jóbenes perdidos, ni sus de– sórdenes, al contrario/. 620 desempeñando quanto se le ha confiado, como qué para la prición del General Castillo, fue uno de los sugetos que la berificó, en compañía de Don Juan Martín Yábar. Justificado en la forma que sea bastante, me parece conforme, respecto de que

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