Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

538 ELLA DUNBAR TEMPLE ción sumaria, no tengo otro pronto recurso, que anticiparla con opor-: tunidad, y ocurrir a la bondad de Vuestra Señoría para que siendo servido, mande se me reciba al tenor del interrogatorio siguiente. (Al margen) la. Primeramente digan los testigos que presente: sí es verdad, que mi parte siempre ha sido leal ya en contribuir á los Donativos que han sido necesarios para auxiliar a esta Monarquía: ya por obedecer ciegamente a los preceptos de los Magistrados, y órdenes de sus Ge– f es, como para auxiliar también con su persona a la Capital por disposición delj.6 2 av Exelentísimo Señor Virrey del Reyno que para ello hubo. (Al margen) 2a. Yten digan: sí en el momento que ordenó esta Policía que se quartelasen tropas de Ynfantería; y que los de Cavallería se em– pleasen en rondar las calles de la Ciudad: mi parte fue el primero que sin interés se presentó con su cavallo y armas, cuyas rondas en virtud de que se hacían por turno, le tocaron diversas ocaciones a mi parte. (Al margen) 3a. Yten digan: sí en el primer asalto, que los Ynsurgentes dieron a la Ciudad, mi parte se mescló con ellos en cosa alguna: sí es cierto, que haviendo aquéllos pasado a la primera acción de Ambo á ocación de estar montado, encontró con el Licenciado Don Bernardo Sanches, que en igual modo lo estaba, y tratando ya por curiosidad, ó ya por que esos mismos Ynsurgentes no lo tubiesen por infiel de pasar como por las chacras de Cayhuayna (que están una legua de la Ciudad al paso que Ambo cinco) a donde se encaminaron los dos solos: com– praron pan y aguardiente, y caminando algo más adelante, se apea– ron en un rancho; y estando comiendo unas chirimoyas, de regreso llegaron Don Domingo Berrospi, Don Na·rciso Tafur, y Don Manuel Dávila, y tomando de esas propias chirimoyas, del pan, y del aguar– diente, revolbieron todos a la Ciudad: digan todos estos sugetos, sí oyeron que mi parte diese orden para que se repicasen las campanas de la Yglesia de San Sebastián, ó si hiso señal alguna para que lo hisiese. (Al margen) 4a. Yten digan los mismos sugetos: sí mi parte quando entró con ellos a la Ciudad les influyó á ellos, ó a qualquier otra persona que fuese a notificar al General Castillo el vencimiento del iniquo asalto que hicieron los Ynsurgentes en Ambo: ó sí por el contrario Jlegando a la esquina de Santo Domingo, sí torció a mano izquierda ó si tiró,

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