Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812
580 ELLA DUNBAR TEMPLE posisión que conoció la noche del 13 de febrero la Persona de mi par– te en la Quadrilla de los Rodrígues y otros que sita, poniéndose á precausión en una tienda de su Casa en consorcio de su muger, cu– ñada y suegra, que le hoió expresarse contra los Europeos y en es– pecial contra el Subdelegado con otras palabras abultadas é insigni– ficantes sin acordarse de su esquela de igual,/. 55 9v fecha dirijida al mismo Subdelegado cuia copia corre a fojas 36 supuesta materia en la que abiertamente confiesa que varios mosos no sé, para que mo– tín que piensan hacer entre ellos, el uno es José. Rodrigues hijo de Andrés Rodrigues y medio les alcansé al ir que iban por Santo Do– mingo con los de Escuchaca Pancho Bustamante, el sapatero de San Francisco y otros que no con.osco. Ciertamente que Zierra se olvidó de lo que havía dicho., pues siendo mi parte un sujeto de viso, y uno de los asistentes á su Casa de auciliar en ella infinitas veses en lo espiritual, no lo hubiese conosido, teniendolo presente en su Deposi– ción posterior con el atraso de un mes y veinte días; ¿Quién no ve la contradicción que resalta a la primera vista?. ¿Cómo se produse que puesto a precaución conoció a tales sujetos en su esquela confi– dencial, y no los que nombra con maior seguridad en su segunda de– nuncia,? ni se puede atestiguar co:n la Deposisión de su familia, quan– -do ellas mismas preguntadas bajo la religión del Juramento po nom– bran á a mi parte, pero si á uno u otro, que sita el Deponente Zierra, siendo de admirar que Zierra hombre forastero, que aun no tiene maiores conocimientos del Paíz hubiese conocido á mi parte, no pu– diéndole conoser su muger, su cuñada, y su suegra paisanas, y vesi– nas de mi parte. O no save )o que es la religión del Juramento, ó por su mala fe por un cierto disgusto que tubo mi parte con él, y que precedió a la insurrección, guardó este rencor para esta oportuna ocasión de su bengansa. Lo cierto es que su misma deposisión es un cuchillo que lo degüella por que recombenido por que no hiso esa mis– ma deposición en su esquela confidencial nominando a mi parte, res– ponde descaradamente que esa es la substancia. No Señor no es esa la substancia; su deposisión es terminante contra el honor de mi par– te, su esquela, no lo nombra, y la substancia de la pregunta de Vues– tra Señoría es si conoció, si vio al Presbítero Zabala en la Quadrilla de 40 hombres que sita en la esquina de su casa, siendo así que en su esquela dise mentando á los Rodrigues y otros que a los demás no co– noce. El delito imputado a mi parte no es menor que el de alta/.56o traisión: crimen orrendo y execrable, que se le ha levantado sovre unos datos, que asi mismo se destruien. ¿Y será posible que un Mi– nistro del Santuario sea tan terriblemente tratado por un perjuro que asi mismo se contradise ?. Mi parte lejos de hallarse cómplise en la presente rebolusión; los mismos testigos que sita Zierra, que
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