Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LA REVOLUCIÓN DE HUANUCO DE 1812 595 vísto en juntas· de hombres dísculos y de mal manejo; sí ha vivido en mal consepto, o si, ha trahido mi nombre á concíderacion en todo el progreso dela revelion; sí los servicios de que lleba echa referencia son ciertos y si es constante el saqueo que ha padecído mi parte. Aclarada su justícia en la forma· que sea bastante he impuesto Vuestra Señoria deque mi parte es buen Basallo, y que padese sin justa causa, me parese conforme elque se le ponga en lívertad, por– que un mero dicho de un hombre no puede perjudicarle, ní traherle mas perjuicios aun quando su deposicion fuese en otros termínos y las palabras de gravedad. Por tanto y haciendo el pedimento mas conforme. (Al margen) A Vuestra Señoria pido y suplico se sírva mandar el que a fabor demí parte se reciva la sumaría Ynformación que ofresco y dada en la parte que baste se ecsuelva su causa sinque sea necesario mas recurso por ser dejusticia que pido jurando a Dios Nuestro Señor y una señal de cruz en la forma que me corresponde, y en anima de mi parte no/. 574 v proceder de malícia y para ello. Santos de la Vega (Rubricado). En .execucion y cumplimiento del Decreto dela buelta el Defen– sor nombrado para la Defenza dela causa de José Palomino, presento ante Su Señoría a Don Pedro Rodriguez vecino de esta ciudad, a quien por ante mi el presente Escribano recivió juramento que lo hizo por Dios Nuestro Señor, y una señal de cruz, segun derecho bajo del qual ofreció decir verdad de loque supiere, y fuere preguntado, y siendo examinado altenor del Escrito que antecede dijo: Que es cierto, y le consta por haverlo visto el Declarante que el referido José Palomino fue uno de los vecinos de esta ciudad, que en la pri– mera noticia que hubo de la imbacion que Panataguas y Valle, se dirigió al Puente de Huayaupampa, con un sablecito pequeño, y una escopeta a defender el paso de los insurgentes, como lo hizo con em– peño, hasta que fue herido de un hondaso de cuyas resultas se retiró hechando sangre por la boca, y repuesto en casa de la hermana del Declarante, salió nuebamente a la Plaza, á continuar la defenza dela Población con el mismo sablecito, y una Pistola, que el que declara le dio, por haver perdido despues que fue herido en el Puente la escopeta que llebo aél. Que aunque despues/ . 675 que entraron los Yn– dios. lo forsaron, y quieseron llevar al primer ataque que aquellos dieron en Ambo alos voluntarios del Cerro, se huyó al llegar al Puente del Tingo, estramuros de esta ciudad, y se escondío, y estubo escon-

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx