Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

720 ELLA DUNBAR TEMPLE tumultuariamente en su Plaza y que la Desampararon la<; Autorida– des legitimas constituidas; cayó en una espantosa anarquia quedan– do absolutamente sin forma de Gobierno y todos fluctuantes entre las terribles olas de la Ynsurgencia del robo, y del asesinato que sin temor, ni freno que contuvierse aquell torrente de males, en que es indispensable que caiga una republica sin xefe, ni cavesa que la go– bierne. No save mi parte el motivo que las autoridades tuviesen pa– ra este echo que asombra; pero su corazon conturvo con un subseso tan inopinado, tuvo por combeniente que los que heran nacionales en el lugar, se uniesen á dar un parte exacto, y laconico de los tris– tes acontesimientos pidiendo un auxilio oportuno y pronto; al mis– mo tiempo (este es elj. 69 2 el punto de la obgecion) proponiendo una junta provicional, entera y verdaderamente sometida á Aquel Exce– lentisimo Señor Virrey como clara y distintamente aparese de cada una de las razones que anteseden á la citada propuesta. Primeramente mi parte á esepcion del deponente Ponse, en tan– to numero de declaraciones, y del inmenso numero de sindicantes, no aparese, ni como autor, ni como fautor de la sublevacion; no hay contra el un solo testigo que le atestigue juntas, combersaciones, ó par.letas que ennegresca aquel honor que se á adquirido por su re– cogimiento y solo tuvo presente que si la Madre España, no havia fracasado subyugada á las atroses miras del perfido Napoleon se de– via, a que las provincias todas, havian corrido á unir.se vajo la direc– cion de una junta enteramente sometida al Rey Nuestro Soberano, y que el mismo desde su injusto cautiverio>habla de este modo á sus fieles vazallos, como se lée en el Tomo 4 papeles interesantes nume– ro 11" página 34" su autor Doctor Don Jose Maria Puente de la ciudad de Salamanca. Hijos mios dise, no haya entre vosotros dis– cordias rehunidos / . 69Zv todos. Aquel sera mas fiel vasallo mio, que mas se interese en la cons·ervacion de la Patria, y' aquella junta ma– nifestará mas amor ami persona que concurra la primera á formar un govierno unico, y soberano. Hijos mios concluye el desiado sobe– rano estos son mis unicos deseos, y mi sola voluntad. Nose puede dudar que el estado en que se hallava entonses la Madre España fué el mismo en que se halló Huanuco ala entrada de los Yndios, desamparada de sus xefes, sin mas apoyo que las mismas angustias que la oprimian, creyendo no tener descanzo, sino sepultada en su ruina, dominada de la voluntad opresora de los Ynsurgentes; el que no la procurase algun remedio entre sus grandes desconzuelos me– recía el consepto (diré con el citado papel) no tener representacion en el concurso de la nacion. Segunda. Que ni aun estas recomendables voses tuvo presen– t e mi parte, y todo su conato fue diriglrse á sosegar la/. 693 tem-

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