Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX: la revolución de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes de 1812

LA REVOLUCION DE HUANUCO DE 1812 723 armas y que lo que susedió a los voluntarios la primera vez, suse– dería con las tropas Reales, y otras espreciones. ¿Como hera posi– ble no conoser inmediatamente la ferosidad? ¿Y por que no avisar esta voseria con que abla-/. 69 5v van estos insurgentes? ¿·Que mayor traicion para mi parte que no presentarlos con el mismo aspecto?.... El siglo dies, y nueve se puede desir con verdad, que á sido el siglo del herror y de la mentira, del descontento, y del engaño, pues los mayores exsesos se han cometido en el, Abundan papeles suber– civos. Los Señor.es nuestros Diputados hablan en un tono de des– confianza, y descontento; El Peruano mismo es un bolean, que exsa– la mil de espreciones, que asegura mi parte fieripotest ut etiam electi inducantun in errerem, este fue el principio, para que un tanto des– lumbrase la alta brillantes de fidelidad, que á respirado siempre mi parte, en las poesias que le acusa Narsiso Ponse, y que á confesa.do mi parte, siendo absolutamente falso todo lo <lemas, que consta de su confecion de f- Es cierto que mi parte inducido, y tentado por Fray Marcos, llevado de la obscuridad que trahen consigo los diarios de Cortes, y el Peruano, compuso, lo que nunca jamas pudo haser en toda su Edad, pu.es es constante que jamas fue poeta ni save com– poner. Asi ignorante de la trama que tenia, aquel intrigante, le hiso confianza de lo que tan negramente vendió, siendo el peso de los Testimonios que acreditan su fidelidad de mayor gravedad; como ló és, el sermon dirigido á este Govierno, del adjunto final de un ser– mon/. 696 y de los testigos de mayor esécion, que le vieron siempre ablar secreta, y publicamente, sobre union y fidelidad. Siendo ab– solutamente falsos que mi parte a la hora de la siete de la noche, pudo tener presencia del sindicante, esas combersaciones de balas ca– ñones de maguey, y carga e inutilidad de su obra, por que puntual– mente, esa es la misma hora en que mi parte tienen distribucion dia– ria, en compañia de muchas personas, que se recogen á su comben– to como es publico y notorio. Sus poesías abundan de todo el efec– to del orbe; y asi por lo que tuviesen, implora la venignidad de Vues– tra Señoría en atención a que la sindicacion es una, y los testimo– nios que produse de Patriotismo, y lealtad, son de mucho peso, y sus razones vastante solidas; que le has1m un fiel vasallo del Monarca, y sometido á las Autoridades legítimamente constituidas. Es tambien de cargo de mi parte responder á la sita del Escri– bano Nicolas Ambrocio de Arisa, y declaracion del Presvitero Fernan– do Berrospi, sobre siertas palabras poco fieles, que se le advirtieron, asi en oficio dirigido al comandante de los cerreños voluntarios, que los deponentes no sitan, ni delas palabras que se moderaron en ofi– cio . qué dictó, y se suprimió. Pero este puntualmente es el mayor testimonio del verdadero amor á la Patria que pudiera presentar mi

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